La Conselleria d’ Economia que encabeza Oriol Junqueras se está poniendo las pilas. Hace unas semanas presentó un acuerdo de colaboración con las cuatro diputaciones que permitía ampliar la ventanilla única a más de 140 oficinas.
Ayer, durante la visita de la nueva sede central de la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) en la Zona Franca de Barcelona –que según detalló el Govern permitirá un ahorro con respecto al alquiler de la sede actual–, Junqueras anunció que la Hacienda catalana contratará a 40 gestores tributarios y sumará a las cuatro oficinas que ya tiene once más por todo el territorio.
Así, el Govern ha convocado un concurso público para cubrir estas 40 plazas, de las cuales 20 están reservadas a promoción interna de la misma ATC, y las otras 20 restantes son de libre acceso.
Con todo, cabe recordar que actualmente hay abiertos dos procesos más para reforzar al personal de la Agència: uno para incorporar 20 inspectores fiscales y otro para contratar a 29 personas como laborables en régimen de interinaje. Además, hay que tener en cuenta que la Generalitat pretende cubrir 300 plazas de registradores de la propiedad.
Con todas estas incorporaciones, más otras no anunciadas aún, el Govern aspira a disponer de 850 trabajadores para finales del primer semestre del 2017, de los cuales 550 ya tendrían que estar incorporados a finales del 2016.
Según reconoció el vicepresidente, con estas nuevas oficinas y el nuevo personal, el Govern quiere “preparar la ATC para hacer todas las funciones (tributarias) y para los retos del futuro”. De aquí se desprende que la Conselleria d’ Economia está marcando las bases de una futura hacienda propia en caso de independencia.
En este sentido, ayer se constituyó en el Parlament la ponencia redactora de la proposición de ley de la administración tributaria catalana, con los diputados Roger Torrent y Maria Senserrich por parte de Junts pel Sí, y Eulàlia Reguant i Anna Gabriel por parte de la CUP.
