Volver a brillar en la tierra, su noveno título en Mónaco e igualar el récord de 28 títulos Masters 1.000 de Djokovic en su final número 100.
Rafa Nadal ha resurgido entre las cenizas con un contundente ‘aquí estoy yo’ por bandera y ya es campeón del Masters 1000 de Montecarlo tras vencer al francés Monfils por 5-7, 7-5 y 0-6.Nadal no levantaba un título de estas dimensiones después de su triunfo en el Masters 1000 de Madrid de 2014 y Roland Garros ese mismo año.
La final del Masters 1000 de Montecarlo presentaba números redondos para el tenista mallorquín: su final número 100. Jugaba ante un rival, Monfils, cuya balanza de victorias también se decantaba por Nadal (11 victorias en 14 enfrentamientos). Sólo dos veces salió vencedor el francés, eso sí, ambas en la misma superficie y mismo torneo: pista rápida y Doha.
Intensidad a partes iguales
Rafa empezó sólido, seguro de sí mismo. Atacó con la derecha encontrando huecos, algo que el día anterior ante Murray era misión imposible para el de Manacor.Tras 17 minutos de intenso juego, el desborde de Nadal empezó a hacerse valer en la pista ante un Monfils que tocaba la pelota con destreza y buen criterio.
El cambio de ritmo bien dirigido por el francés durante los primeros cinco juegos, le permitió acercarse peligrosamente al hasta el momento favorable 2-3 para Nadal. Al final, el esfuerzo y sus constantes cambios de velocidad le permitieron empatar el encuentro tras un fallo de Nadal que estancó la pelota en la red. De este modo, subió el 3-3 en el marcador. Era el primer aviso para Nadal.
Monfils, al límite y Nadal siempre por delante: 5-7
Al de Manacor le van los retos. Monfils iba al límite de sus recursos mientras que la mejor versión de Nadal estaba por llegar. Pensativo, meditando cada movimiento alargó el primer parcial replicando y colocándole el último golpe al otro extremo y haciendo correr al francés que, agotado, vio como Nadal se adjudicaba el séptimo juego por 3-4.
El juego psicológico había empezado. El francés se creció por momentos y tiró de cabeza para subirse al carro. Terminó anotándose tres puntos más de set con un contundente 5-5 y dejó sin aire a Nadal. Pero esta era su final. La número 100, la redonda. Nadal dio un paso al frente y aprovechando una doble falta se adjudicó el intenso set tras casi 1 hora y media a por 5-7.
Monfils se reivindica en el segundo set : 7-5
La mejor versión del Rafa Nadal y el tenis de puro circo de Monfils se vieron las caras en el segundo set. Nadal empezó sacando, con confianza y acierto. El primer set le dio alas, aunque sufrió ante el francés gracias a las oportunidades de break y el paralelo que aprovechó con contundencia. Monfils le supo encontrar el revés a Nadal y sorprendió su fuerte mentalidad ante el temple de Nadal.
Por segunda vez en este set Nadal recobró el break de ventaja, rompiendo el servicio de su rival. Hasta cuatro breaks sufrió en el partido Rafa, cinco Monfils. El cansancio tras dos horas de juego empezó a pasarle factura al francés que, sin embargo, aprovechó su buen saque y derecha para endurecer la pelea por el título ganando el segundo set por 7-5.
