La noticia que tenemos a continuación puede parecer en parte, sacada de una película grotesca o cubierta de sarcasmo. Sin embargo, todo es mucho más real de lo que pudiésemos llegar a imaginar.
Un hombre entró en un comercio de Santander cuando comenzó a sangrar extrañamente por la boca y, al ser hemofílico, pidió ayuda a las dependientas que allí se encontraban.
Hasta aquí todo puede parecer, aunque preocupante, bastante normal en cambio, en el momento en que se descubre que el hombre en cuestión es portador del VIH, las dependientas montan en cólera y, tiempo después de que fuese trasladado al Hospital de Valdecilla, llaman a los bomberos para que quemasen todo el mobiliario del local.
La medida extrema tomada y la despreocupación por el estado del herido, muestran lo que puede hacer con nosotros la cruda ignorancia. A todo esto, debemos agregar que las empleadas, después de hablar con el jefe del servicio de Salud Pública, procedieron a hacerse las pruebas del VIH.
A pesar de que el riesgo de contagio es 0 y que el mismo sanitario trató de tranquilizarlas en este aspecto, las jóvenes no salían de sí y pensaban contra todo pronóstico, que estarían contagiadas del virus. En nuestro portal, como saben, nos gusta informar de los casos de discriminación que hay con respecto al VIH para que se sepa que aún sigue existiendo mucho miedo con el tema.
