Tres jóvenes de Barcelona mueren al estrellarse una avioneta en Madrid

Tres jóvenes de Barcelona de edades comprendidas entre los 22 y los 27 años han perdido la vida este mediodía al estrellarse una avioneta entre los municipios madrileños de Perales de Tajuña y Valdilecha.

La aeronave había salido de Sabadell y se dirigía al aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid. La avioneta, del modelo Cessna 172, es de uso civil. El accidente ha ocurrido sobre las dos de la tarde en las afueras de Perales de Tajuña -localidad ubicada a 38 kilómetros al sureste de la capital-, cerca ya del límite con Valdilecha, donde la avioneta, que había despegado de Sabadell (Barcelona) y se dirigía hacia el aeródromo de Cuatro Vientos, ha caído y ha ardido.

La avioneta se ha accidentado entre las localidades madrileñas de Perales de Tajuña y Valdilecha cuando de dirigía al aéródromo de Cuatro Vientos, en Madrid.

La aeronave se ha precipitado contra un árbol y una de sus alas se ha incendiado, han precisado las fuentes.

Según fuentes de la investigación, las labores de rescate han sido muy dificultosas, dado el estado en el que ha quedado la avioneta tras el accidente, cuyas causas está investigando la Policía Judicial de la Guardia Civil y Aviación Civil.

No se descarta ninguna hipótesis, incluido que el aparato chocara con algo en el aire, un pájaro, por ejemplo, y se precipitara a tierra, donde colisionó contra un olivo.

Algunos testigos han manifestado que la avioneta perdió un ala antes de precipitarse contra el suelo.

Un portavoz del Aeroclub Barcelona-Sabadell ha explicado que los ocupantes de la avioneta participaban en un vuelo de entrenamiento para acumular horas de práctica.

En declaraciones a Efe, Rafael Molina, responsable de seguridad del Aeroclub, ha indicado que la avioneta de uso civil del modelo Cessna 172, de nueva generación y con tecnología digital, tenía programada la salida del aeródromo de Sabadell a las 11.20 horas y salió con tres ocupantes a bordo.

Uno de los ocupantes de la avioneta ya había finalizado la fase de formación, por lo que tenía la licencia de piloto profesional, mientras que los otros dos, que disponían de licencia privada, se preparaban para obtener el nivel profesional.

Es decir, estaban acumulando horas de vuelo dentro del programa de módulos conocido como “time building”, según ha dicho el responsable del aeroclub.




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