Falleció después de que los médicos confundieran su cáncer terminal con un embarazo

Demi Wright, una maquillista inglesa de 22 años, falleció el pasado 23 de febrero víctima de un tumor, que en un principio, los médicos confundieron con un embarazo. ¿Cómo puede ser? Te contamos detalles.

Noticia inesperada

En noviembre del año pasado, Demi comenzó a sentir dolores en la parte baja de su espalda. Fue al hospital y le hicieron un análisis de sangre que reveló que la joven tenía altos niveles de una hormona liberada durante el embarazo, gonadotropina coriónica humana (GCH). Por ende, le dijeron que estaba esperando un bebé.

Su padre, Chris, le contó al periódico Metro que la noticia de maternidad los había tomado por sorpresa, pues Demi tomaba píldoras anticonceptivas y no mostraba otros signos de estar embarazada.

Tiempo después le hicieron un ultrasonido para ver al supuesto bebé y no encontraron nada. Entonces, según Metro, los médicos pensaron que tal vez había sufrido un embarazo ectópico (cuando el feto comienza a desarrollarse en una trompa de Falopio en lugar del útero).

En consecuencia, la sometieron a una cirugía y allí fue cuando dieron con una masa, que no se trataba de un feto, sino de un tumor terminal de alrededor de 3,93 pulgadas.

«El cáncer se había extendido a su hígado y páncreas, mientras que otras partes de su cuerpo ya no funcionaban correctamente. Pensamos que se podría hacer algo al respecto, pero ella se deterioró rápidamente», contó su padre.




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