EE. UU.
El Washington Post publicó antier, justo el día antes del Supermartes, que “los republicanos parecen estar vacilando, incapaces o reacios a comprender que un turbio y grandilocuente mentiroso está fraguando la imagen de su partido como símbolo de intolerancia y división”.
Además, también se queja de que las infames declaraciones e ideas superficiales del precandidato Donald Trump, sean expuestas a través de “análisis desapasionados y debates inteligentes…”
Hasta los propios miembros del Partido Republicanos están preocupados porque el candidato al que ellos mismos minimizaron en principio por sus ideas poco tradicionales dentro del Grand Old Party, ha ido ganando terreno poco a poco a través de las primarias en diversos estados.
Pocos líderes republicanos han plantado sus posiciones a favor o en contra del “favorito”. Todos han mantenido la distancia, pese a que muchos reprueban las posturas políticas de Trump.
Las cifras del Supermartes, revelaron que, hasta ahora, el multimillonario podría enfrentarse a la candidata demócrata y exprimera dama, Hillary Clinton, con gran arraigo entre los afroamericanos y los latinos, dos de los sectores sociales criticados por el newyorquino.
El controversial Trump
expresó su posición sobre que se prohibiera la entrada de todos los musulmanes a Estados Unidos. Consideró que “Cuando México envía a su gente, no envía lo mejor, no los envía a ustedes. Están enviando gente con montones de problemas. Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores y algunos asumo que son buenas personas, pero yo hablo con guardias fronterizos y eso tiene sentido común”.
El principio de su campaña estuvo dirigido contra la política migratoria de la Administración Obama y contra la comunidad mexicana.
También habló de que “construirá un muro en la frontera sur de este país y hará que México pague por él”.
Además, se ha burlado de las mujeres y de los discapacitados y, para echar más fuego al leño, no rechazó siquiera el apoyo de un líder del Ku Klux Klan, esa organización racista estadouidense creada en el siblo XIX que “promueve principalmente la xenofobia, así como la supremacía de la raza blanca, homofobia, el antisemitismo, racismo y el anticomunismo”. Wikipedia publica que el grupo ha recurrido al terrorismo, la violencia y actos intimidatorios como la quema de cruces, para oprimir a sus víctimas. Con esos retrógados puntos de vista, el candidato republicano avanza lentamente hacia la victoria.
El apoyo refleja que sin dudas que el electorado está cansado del sistema (o de los políticos), al que consideran que no ha cumplido con sus expectativas. “Esta campaña ha estado marcada por la rabia de los electores contra la clase política dominante”, publica un cable de AFP. Trump es cada día más popular… a pesar de todo.
Pero este malestar, más el final resultante, no es nada nuevo, Ya pasó en Venezuela, donde una mayoría vio en Hugo Chávez, la salvación de sus sueños, luego de que los partidos tradicionales, incapaces de controlar la corrupción, dieran paso a una nueva izquierda que se popularizó en la región y que ha gobernado por bastante tiempo y que, al fin y al cabo, no ha podido cumplir con todas las expectativas que los votantes esperaban de su gobierno, a pesar del avance de los programas sociales.
Quién sabe. Quizás las fuerzas republicanas cierren filas alrededor de Ted Cruz, el cual ganó tres estados importantes en el Supermartes: Texas, Oklahoma y Alaska, convirtiéndose este en una alternativa ante Trump. Pero todavía hay que esperar el retiro de John Kasich y Marco Rubio.
Si los sueños de Trump se cumplen, el efecto dominó será devastador para Estados Unidos y para el mundo.
F. Listín Diario .
