El Atlético defenestra al Madrid de Zidane

El derbi madrileño, que debía descartar a uno de los dos contendientes de la Liga, defenestró definitivamente al Real Madrid de Zinedine Zidane. Un solitario gol de Griezmann en la segunda parte decidió uno de los derbis madrileños menos divertidos en lo futbolístico pero que podría tener consecuencias catastróficas para la entidad blanca.

El enésimo desastre deportivo de la temporada llevó a la grada a reaccionar con silbidos contra sus jugadores, pañuelos blancos y, sobre todo, el Bernabeu despidió a su equipo con gritos de ‘Florentino dimisión’. Paradójicamente, estos gritos se reproducen el día en que se cumplen diez años de la dimisión del mandatario blanco en 2006.

La derrota, además de cortar de raíz toda esperanza blanca de llevarse la Liga, pone en duda de manera seria la continuidad del proyecto de Zidane. A cinco puntos del segundo puesto, el que ahora ostenta el Atlético de Madrid tras esta victoria, la Champions League es el único clavo ardiendo al que se puede agarrar el francés.

La ilusión que provocó con su llegada parece ya olvidada. Las promesas de buen juego y de victorias se han ido por el sumidero de la realidad tras una serie de malos resultados, amén de una imagen llena de impotencia.

El derbi indujo más expectativas que fútbol exhibió sobre el césped. Ambos intentaron jugar a lo que proponen sus técnicos, pero fue el Atlético de Madrid quien más fidelidad fue capaz de demostrar hacia Simeone.

El Real Madrid volvió a ser un quiero y no puedo a la hora de crear el fútbol espectáculo que Zidane prometió a su llegada. El partido fue un ejercicio de centrocampismo constante en el que la defensa de la posición estratégica primó sobre los destellos técnicos.

Las urgencias de ambos en la Liga no fueron suficiente acicate para que alguno mostrase la ambición ofensiva necesaria para llevarse la victoria. Y entre el caos y las imprecisiones apareció Griezmann para batir a Navas en un contragolpe.

El Madrid volvió a mostrarse como un equipo excesivamente plano en la construcción. La tarea defensiva del Atlético privó a los blancos de los espacios para que James Rodríguez o Isco apareciesen entre líneas. Sin la posibilidad de conectar el medio con Benzema, el Madrid fue incapaz de generar ocasiones en jugada.

Todo, que tampoco fue mucho, nació a balón parado. Un disparo de Cristiano desde la frontal de golpe franco fue el bagaje de los blancos en el primer tiempo.




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