El portugués, que en 2015 solo había marcado un gol y de penalti en el Bernabéu en Liga, se reivindica con cinco tantos y vuelve a ser pichichi
Madrid.-Bochorno y desastre. Son las palabras que utilizó el entrenador del Granada Abel Resino, para definir el saco de goles (9) que se llevó su equipo. “Es el varapalo más grande que he tenido como futbolista y como entrenador”, aseguró el técnico del Granada. Más de la mitad de esos goles los marcó Cristiano. El rival era lo que era, pero no muchos madridistas han conseguido marcar cinco tantos en un sólo partido. Ayer fue la primera vez de Cristiano. El último en conseguirlo había sido Morientes en la temporada 2001-02 contra Las Palmas. En su día también le tocó a Puskas y Miguel Muñoz.
El portugués, feliz y sonriente como no se le veía desde la entrega del Balón de Oro (andaban preocupados en el Madrid por su estado de ánimo y de forma) prometió hace tres semanas no hablar más hasta final de temporada. Lo dijo el día del Schalke, cuando escuchó pitos, la noche en la que el conjunto blanco casi cae eliminado en octavos de final de la Champions. Así que, firme con su silencio, dejó sus emociones para el Instagram. “Contento por haber marcado cinco goles con el trabajo del equipo. Gracias por vuestro apoyo y Felices Pascuas”, escribió.
“Hemos visto la dimensión que tiene Cristiano”, dijo Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Madrid, al final del partido contra el Granada. “¡No sé qué más decir de él!”, confesó Carlo Ancelotti,que en estos tres meses no se ha cansado de defenderle. El técnico italiano siempre le veía a tope incluso cuando Cristiano estaba jugando muy por debajo de su nivel. “Ha bajado un poco estos meses, pero a partir de ahora vamos a ver un nuevo Cristiano”, dijo Ancelotti, profético, el sábado, en la víspera del partido contra el Granada. Fue cuando le preguntaron por un estudio publicado sobre el rendimiento de los jugadores de la Liga. El portugués estaba en el puesto 19, y Messi figuraba en el primer puesto.
Acertó Ancelotti. El que se vio ayer fue un nuevo Cristiano. Menos crispado. Con mejor tono físico. Solidario con Gareth Bale. Acertado delante de la portería. Marcó cinco, pero remató 13 veces a puerta. En 2015 había marcado un solo gol en Liga en el Bernabéu (fue de penalti contra el Villarreal). Aparte de los dos goles al Schalke, sumaba seis tantos en el campeonato desde enero. En una sola jornada marcó uno menos. Con los cinco goles de ayer, Cristiano vuelve a adueñarse del pichichi que lidera ahora con 36 dianas. Su bajón anotador había propiciado que Messi le sobrepasara en la tabla de goleadores. Antes del parón navideño Cristiano lideraba con holgura esa clasificación que año tras año se disputan.
“¿Se ve capaz de convencerle a descansar y a entrar en las rotaciones?”, le preguntaron a Ancelotti. “Descansar por descansar no tiene sentido. El equipo está fresco y Cristiano, igual que los demás, descansará cuando esté cansado y tenga riesgo de lesión. Nunca antes habíamos tenido esta condición física”, contestó el entrenador italiano.
