Las decisiones del gobierno venezolano le apagan la luz a la cultura

Como otros tantos aspectos de la vida cotidiana del venezolano, la cultura también se verá afectada por la medida del ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez. El viernes, el también presidente de Corpoelec anunció que a partir de mañana los centros comerciales deberán acatar un horario de autogeneración de energía: de lunes a viernes, de 1:00 pm a 3:00 pm y de 7:00 pm a 9:00 pm.

La decisión es temporal, según Motta Domínguez, para no sobrecargar el sistema eléctrico nacional y hacer frente al fenómeno El Niño. Al respecto, la Cámara Venezolana de Centros Comerciales propuso flexibilizar el horario para que se les permita trabajar sin interrupción desde el mediodía hasta las 7:00 pm.

Mientras las discusiones se llevan a cabo, representantes de la cultura manifiestan su preocupación, pues este racionamiento eléctrico implica una considerable reducción de la oferta de trabajo y de ingresos.

“Esta medida es casi un cierre. Si llegan a dejar la electricidad entre las 12:00 m y las 7:00 pm solo podríamos tener una función de teatro y máximo dos de cine; y aún estaría el asunto de los estacionamientos. Para la comunidad de la cultura esto es un castigo terrible”, afirma Solveig Hoogesteijn, directora ejecutiva del Trasnocho Cultural, una fundación sin fines de lucro que depende de la taquilla que genera.

La cineasta señala que esta restricción de horario ocasionará grandes pérdidas, no solo para los actores y el personal de la institución, sino para el público: “Muchos ciudadanos no tendrían esa válvula para distraerse y escapar de esta realidad tan difícil que nos ha tocado vivir. Y el problema es también la viabilidad de esto: ¿las máquinas aguantarán? ¿Estamos preparados?”. Y agrega: “Espero que el ministro de Cultura, anterior presidente de Fundarte, Freddy Ñáñez, tenga en cuenta la importancia que tiene para el pueblo poder formarse, educarse y aprender a través de la labor que hacemos las instituciones culturales”.

El gerente general del Teatro Premium, Javier Rouge, afirma que entre las consecuencias está la reducción del personal de los turnos de la tarde. “Hablamos de taquilleros, guías y personal técnico a los que no podríamos pagarles, porque solamente el teatro subsistiría con la taquilla del sábado y el domingo. Ya de por sí el teatro se hace con las uñas, las producciones nuevas son pocas. El jueves, por ejemplo, tenemos una función de Laureano Márquez a las 8:00 pm; nos reuniremos para coordinar con el centro comercial cómo vamos a hacer, porque ahorita no sabemos nada, ni cómo van a implementar esta medida”, expresa.

Teatrex El Hatillo es otra de las salas afectadas. La dirección del teatro ya había eliminado las funciones de las 10:00 pm por la inseguridad; ahora están en riesgo la de las 8:00 pm y la de las 6:00 pm. “Esto no le hace daño solamente a las actividades culturales y de entretenimiento, sino a una cantidad enorme de negocios. No puedo pensar que es un ahorro energético y punto. Pareciera que quieren acabar con el movimiento económico al cerrar un país a las 7:00 pm. Pero nosotros tenemos que seguir y luchar”, afirma la gerente del teatro, Susana Baserva.

A la espera. El séptimo arte sufrirá los cinco primeros días de la semana. Pero aún no se sabe cómo afrontarán esta situación los grandes circuitos. José Antonio Galarraga, director de programación de Cinex, espera una reunión del sector para decidir si se ajustan al horario o si se modifica la medida.

El Nacional.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas