Madonna canta en las calles de París

Con un abrigo con capucha de pelo que no dejaba verla del todo bien y acompañada de su hijo David y de su guitarrista Monte Pittman.

Así se presentó Madonna alrededor de la una de la madrugada en la parisina plaza de la República, símbolo de la libertad y lugar donde se amontonan los recuerdos a las víctimas de los atentados terroristas del pasado 13 de noviembre.

Una vez allí, la cantante estadounidense se puso a interpretar varias canciones junto a los transeúntes, que grababan la escena atónitos y la acompañaron entonando clásicos como Like a Prayer mientras la aclamaban con gritos como “¡eres la reina, te queremos!”.

Ella les había citado minutos antes a través de una foto en Instagram. “Os veo allí. Ahora mismo, después del show”, anunciaba en una iniciativa inédita en su carrera después de terminar el primero de sus dos conciertos en el estadio de Bercy.

Un show marcado por el homenaje y recuerdo a los desaparecidos, en el que Madonna llegó a cantar acompañada de su hijo, dio un discurso por la paz, y terminó cantando La Marsellesa junto a los 18.000 asistentes.

Por el mensaje del The Rebel Heart Tour, centrado en el amor, y los discursos que Madonna ha dado en cada concierto desde los atentados de París, se preveía que la cita con sus fans de la capital francesa sería especial.

Anoche en el estadio de Bercy, Madonna centró el momento en que se dirigió al público en una idea: “¡No cederemos al miedo!”, gritó, antes de ofrecer la primera sorpresa de la noche. Su hijo pequeño David, uno de los dos que adoptó en Malaui, subió al escenario con forma de corazón portando una guitarra.

El pequeño empezó a cantar Redemption Song de Bob Marley, al que Madonna presentó como uno de los “grandes luchadores por la libertad” antes de unirse a su hijo en la interpretación.

Tras sacar al escenario a bailar a su amigo el diseñador Jean Paul Gaultier, llegó otro de los grandes momentos. Madonna interpretó La Marsellesa a capela, acompañada por todo el estadio en una imagen realmente emocionante.

Pero el espectáculo no terminó cuando se apagaron las luces. Desde su camerino y con el abrigo ya puesto, Madonna subía a las redes sociales un selfie junto a su hijo anunciando el mini concierto callejero improvisado.

Una vez en la plaza, casi a la una de la madrugada, lo primero que hizo fue explicar que “iba a cantar algunas canciones sobre la paz, para difundir el amor y la alegría”.

Madonna eligió el tema de su último álbum Ghosttown, que habla sobre el amor en tiempos de guerra, y su clásico Like a Prayer. Por último entonó Imagine de John Lennon, del que precisamente esta semana se cumplen 35 años de su asesinato.

Los presentes allí, apenas unas cincuenta personas, grabaron la escena casi en directo, pero antes de que cientos de fans se presentasen y provocasen un tumulto, Madonna se marchó.

Su guitarrista Monte Pittman se quedó allí, y tocó la guitarra junto a los fans que cantaron durante casi una hora más las canciones de la diva. Esta noche Madonna ofrece un nuevo concierto en París, por lo que sus fans estarán pendientes de lo que pueda suceder.




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