La botella de la recuperación económica está medio llena o medio vacía según quién la mire. Los inmigrantes parecen haber visto brotes verdes porque están volviendo a venir a España. Los españoles, por el contrario, siguen emigrando. Así lo indican las cifras que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hoy.
España sigue perdiendo población, pero no al ritmo que llevaba en 2013 y 2014. ¿Por qué? Porque durante el primer semestre de 2015 el saldo migratorio de extranjeros se ha vuelto positivo, algo que es la primera vez que ocurre desde comienzo de la crisis. Esto significa que los extranjeros que vienen a España (134.143) superan ya a los extranjeros que se marchan (113.762).
Ésta es la parte de la botella medio llena.
Y ahora viene la medio vacía: el saldo migratorio de españoles es más negativo que nunca. Nunca hasta ahora se habían marchado tantas personas. En la primera mitad de este año hemos perdido 50.844 españoles mientras que sólo han venido 23.078, lo que da un saldo migratorio de menos 27.766 habitantes.
Estos 50.844 españoles se suman a los 80.440 que se marcharon durante 2014. En 2013, se fueron 73.329. En otras palabras, cada vez se marchan más españoles. Desde 2008 se han exiliado ya 427.004 españoles.
Pero estas cifras hay que ponerlas un poco en cuarentena. Porque el INE sólo contabiliza a los españoles que, al llegar al extranjero, se lo notificaron a las oficinas consulares y embajadas, algo que no siempre se hace. Así que podría haber más de los que están registrados.
Y, por otro lado, entre estos 427.004 españoles no todos son nacidos en España, sino que hay muchas personas de origen extranjero que han adquirido la nacionalidad española y, sobre todo, niños españoles que se marchan acompañando a sus padres inmigrantes.
