Agentes de la Policía Nacional han desmantelado gracias a la colaboración ciudadana una red de prostitución que ofrecía los servicios de mujeres lactantes y de menores de edad.
Las víctimas, una de ellas captada cuando era menor de edad, eran obligadas a consumir drogas y recibían palizas de los clientes si se negaban a algún tipo de servicio, hechos que los proxenetas justificaban: “El cliente puede hacer con ellas lo que quiera”.
Decenas de agentes han irrumpido simultáneamente en cuatro prostíbulos de las localidades murcianas de Lorca y Totana y han detenido a un total de 12 personas por delitos relativos a la prostitución, corrupción de menores, falso testimonio, favorecimiento de la inmigración ilegal y pertenencia a grupo criminal.
Las investigaciones comenzaron con dos llamadas al teléfono gratuito contra la trata 900 10 50 90 y una comunicación enviada a través de la web www.policia.es. Varios ciudadanos anónimos denunciaban las estrictas condiciones impuestas por una organización asentada en Murcia a las mujeres explotadas sexualmente en sus prostíbulos.
Las exigencias de los proxenetas se valían del estado de necesidad de las víctimas, en su mayoría mujeres extranjeras en situación irregular en España, en algunos casos madres lactantes, incluso alguna de ellas captada y explotada sexualmente cuando aún era menor de edad. El hecho de ofrecer los servicios de mujeres lactantes era especialmente difundido por la organización mediante publicidad con fotografías explícitas.
