El 13 de noviembre fue un día negro para París. La capital francesa se vio sacudida por un horrible ataque terrorista que de momento se ha saldado con más de 129 muertos y cientos de heridos, y la suma sigue.
En momentos como éstos, la sociedad se queda sin palabras ante la barbarie, demostrando todo su apoyo y consternación.
Los mensajes de solidaridad se suceden en todos los ámbitos: con banderas, montajes fotográficos, luces, flores…. Madonna, que se encuentra inmersa en medio de la gira Rebel Heart Global Tour, también hizo su particular homenaje en su concierto de Estocolmo.
En medio del concierto, al que asistieron más de 40.000 personas, Madonna interrumpió su lista programada de canciones y lanzó un emotivo discurso que le desgarró la voz hasta las lágrimas, seguido de un minuto de silencio y un acústico de Like a Prayer dedicado a las víctimas del brutal ataque.
Iba a cancelar mi show de esta noche, pero ¿por qué iba a darles la razón? ¿Por qué debería permitirles que nos paren? Este concierto es para celebrar la vida, para luchar por tus derechos y por todo lo que crees.
Pero necesito parar un momento para hablar sobre la tragedia. Esos trágicos asesinatos y el insulso fin de preciosas vidas que han ocurrido la pasada noche en París. Lleva perturbándome todo el día.
Ha sido muy duro seguir adelante con el concierto, porque me siento destrozada de muchas formas.
Es decir, ¿por qué estoy aquí cantando y divirtiéndome cuando hay gente llorando por la pérdida de sus seres queridos? Pero luego pensé: eso es exactamente lo que quiere esa gente, quieren callarnos, quieren silenciarnos.
Y no se lo permitiremos.
Independientemente del caos, el dolor, la violencia sin sentido, el terrorismo que sucede en este mundo, no sólo en París…hay más bondad en este mundo.
Todos los lugares en los que se asesina gente eran sitios donde la gente se divertía – comiendo en restaurantes, bailando y cantando, viendo un partido de fútbol- . Esas son actividades que damos por seguras, cotidianas, que merecemos. No hay nadie en este mundo que pueda pararnos de hacer lo que amamos.
