España mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista

El Gobierno mantiene la alerta  en nivel 4, tal como ha informado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Así lo ha decidido este sábado la Comisión de Evaluación de la Amenaza Terrorista, reunida en la sede del Ministerio de Interior tras la ola de atentados que sufrió París este viernes.

Al encuentro han asistido los máximos responsables de las fuerzas policiales del Estado, que han desechado elevar de momento la seguridad al grado 5, el máximo posible. Fernández Díaz ha asegurado que por el momento «no hay constancia oficial de ninguna víctima española en los atentados». «En la defensa de nuestra civilización y convicciones, todos los demócratas estamos juntos.

Juntos derrotaremos a los terroristas. La lucha por nuestras libertades será dura, pero al final siempre venceremos», ha afirmado el ministro quien ha indicado que hay ámbitos de seguridad reforzada, que no ha querido concretar por «prudencia».

España se encuentra desde junio en el estado de alerta más alto desde los atentados del 11-M, lo que evidencia cómo la amenaza yihadista ha crecido exponencialmente en 2015. De hecho, a lo largo del año, el Ejecutivo ha elevado en dos ocasiones el nivel.

La última fue el pasado 26 de junio, cuando España aumentó la alerta al punto 4, sobre 5. El Gobierno adoptó esta decisión tras convocar de urgencia una comisión de seguimiento del Pacto Antiterrorista a raíz de la ola de atentados que sacudió en verano Túnez, Francia y Kuwait.

Desde entonces, el Ejecutivo ha mantenido este grado de seguridad —el más alto que se fija desde el 11-M—, que se califica como de “riesgo alto”. Pero, este sábado, La Moncloa ha estudiado si subirlo al 5. “Si tenemos que reforzar las medidas de seguridad, lo haremos”, ha asegurado Mariano Rajoy esta mañana. ¿Y qué puede implicar este cambio? Aquí, las medidas que conllevan cada grado:

Nivel 5: “riesgo muy alto”

El Gobierno ha analizado este sábado si implantar este nivel de alerta, que supone la aplicación de medidas de “carácter excepcional”. La normativa prevé su puesta en marcha cuando el riesgo de atentado es inminente. Permite al Ejecutivo solicitar la presencia militar en las calles, así como reforzar con soldados las infraestructuras que se consideren “objetivos estratégicos”.

Además, se puede restringir el espacio aéreo. Este estado de seguridad solo se contempla desde el pasado mayo, cuando entro en vigor el nuevo Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, que fijo cinco grados de alarma (del uno al cinco). Antes solo se consideraban cuatro grados, del 1 al 4, además del denominado “riesgo cero”.

Nivel 4: “riesgo alto”

El nivel 4, que se mantiene desde junio, implica un aumento de la vigilancia de las infraestructuras críticas —como aeropuertos, centrales nucleares y estaciones— y la activación de todas las fuerzas de seguridad dedicadas a la prevención, investigación e información de la lucha antiterrorista. Además, Interior refuerza la presencia policial en la calle.

El Ejecutivo decidió imponer en verano este grado por tres motivos: por la cercanía de los países atacados en la ola de atentado, por la proximidad del aniversario de la proclamación del Califato del Estado Islámico y por diferentes informaciones reservadas que tenían entonces los servicios de Inteligencia.

Nivel 3: “riesgo medio”

“Se eleva el nivel siquiera sea de forma transitoria, sin que exista una amenaza concreta sobre España”. Con estas palabras, el ministro del Interior anunció en enero de 2015 la subida del grado de alerta tras los ataques contra el semanario Charlie Hebdo, que pusieron en alerta a toda Europa.

Además de aumentar la presencia policial —los agentes se apostan con armas largas junto a puntos sensibles, como estaciones y aeropuertos—, Interior anunció la elaboración de un plan urgente de protección de las infraestructuras críticas y ordenó a todos sus efectivos extremar las medidas de seguridad “tanto en el aspecto individual, como en el relativo a todas las dependencias policiales”.

Nivel 2: “riesgo moderado”

Era el nivel que permanecía activo en España hasta enero de este año. Mientras se mantiene este grado de seguridad, la policía se centra en “asegurar un óptimo control de los posibles objetivos de atentado terrorista”. La vigilancia es casi invisible para el ciudadano.

Nivel 1: “riesgo bajo”

Según la cronología del Ministerio del Interior, España estuvo en nivel 1 por última vez en 2009. Este estado de alerta se fija cuando solo existe una posibilidad remota de atentado. Se mantienen a los servicios de seguridad en “situación de normalidad”. El Gobierno adopta medidas genéricas para identificar potenciales objetivos terroristas.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas