Un agente local abrió fuego ayer en un centro regional de adiestramiento de policía en la capital jordana y mató a dos estadounidenses, dos jordanos y un sudafricano antes de que lo abatieran, dijo un portavoz del gobierno.
Un funcionario estadounidense, que solicitó el anonimato porque no está autorizado a hacer declaraciones a la prensa, había dicho que la cifra de muertos al parecer se había elevado a ocho, pero Mohamed Momani, portavoz del gobierno jordano, refutó la cifra.
El atacante también hirió a siete personas, entre ellas dos estadounidenses, tres jordanos y un libanés, dijo Momani.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar si el motivo del ataque fue personal o político, agregó.
Jordania, un estrecho aliado de Estados Unidos que tiene un tratado de paz con Israel, es considerado desde hace tiempo un oasis de relativa estabilidad en una región turbulenta.
En el último año, el reino ha tenido una importante participación en la lucha contra los extremistas, incluido el Estado Islámico, que controla vastas áreas en los vecinos Siria e Irak.
Ha habido preocupaciones de que los extremistas pudieran lanzar ataques de represalia en suelo jordano.
Fayez Dwairi, analista de estrategia y ex oficial militar de alto rango, dijo que no recuerda algún ataque a tiros que dejara tantos muertos dentro de un recinto de seguridad jordano en sus 36 años de carrera militar.
El gobierno se abstuvo de informar de la identidad del agresor, pero un ex miembro del parlamento dijo que las autoridades le habían indicado que se trató de Anwar Abu Zaid, de 29 años. El ex legislador Suleiman Saed es pariente de Abu Zaid.
El hermano de Abu Zaid, Fadi, dijo a The Associated Press que Anwar estaba mentalmente equilibrado y “no era en absoluto un extremista”.
