SANTO DOMINGO. En nueve años que lleva Rossy Paniagua en la ribera del río Ozama nunca había sentido tanto temor por su vida, como cuando en cuestión de segundos su casa se fue abajo producto de una pared en construcción aledaña que le cayó encima. Era la medianoche del domingo y ella dormía junto a sus hijos de ocho y nueve años de edad.
“Levanté una hoja de zinc y pude salir con mis hijos y salvarme”, relató a Diario Libre la señora Paniagua, quien contó que debido a la intensidad de las lluvias que han caído sobre el territorio nacional se originó el deslizamiento que acabó derribando la pared encima de su vivienda.
Paniagua, de 30 años, es madre soltera y trabaja en labores domésticas por lo que percibe un sueldo de RD$ 3, 000 pesos mensuales, según afirmó.
Hasta el momento ninguna autoridad se ha acercado al lugar, ubicado debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez (De la 17), por lo que Paniagua pide ser socorrida ya que no tiene donde ir con sus vástagos.
