Alú Camara, el primer blanco en saltar la valla de Melilla

Se acerca desde el fondo del recinto hasta la puerta del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) como una ensoñación. Camina despacio y aturdido, moviendo incesante la cabeza de un lado a otro.

Lleva gorro y viste ropas largas, de invierno, a pesar de estar a unos agobiantes y húmedos 26º de temperatura. Enseguida llama la atención entre el resto de los internos; su metro noventa y su gran envergadura no le ayudan a pasar desapercibido.

Parece como si, conforme avanza, a su alrededor el mundo se fuera deteniendo, como si todo el que le rodea formara parte de un flashmob del que él no ha sido avisado. Su nombre es Alú Camara, es maliense, tiene 22 años y se ha convertido, por coraje y determinación, en el primer albino en llegar a Melilla saltando la valla.

Los 8.000 albinos de Malí

África es el continente donde más casos de albinismo hay por habitante y Malí es uno de los países más afectados por este trastorno genético con más de 8.000 casos para una población de 16 millones de habitantes.

Sin embargo, no es frecuente encontrar albinos entre los miles de subsaharianos que emigran hacia Europa. Fue muy sonado el caso de Emmanuel Mukasa, un joven ugandés que logró entrar a Melilla en 2012 por uno de los pasos fronterizos, escondido en el doble fondo practicado en un vehículo.

Pero nunca un subsahariano albino había logrado entrar saltando la valla, algo que sólo está reservado a los más fuertes.

Alú no esconde su condición; es más, con una sonrisa pícara afirma que es maliense y africano y que sus padres son «malienses, africanos y negros», pero que él es consciente de que su piel es blanca y que sabe que eso le choca a mucha gente: «Soy blanco pero soy africano. Soy el primer blanco africano que logra saltar la valla».




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas