Quizás algunos tienen un amigo o un familiar con un diente traumatizado, de lo que pueden darse cuenta por el cambio de color en uno de ellos. Y es que las estadísticas revelan cifras considerablemente significativas en cuanto a la aparición y frecuencia de estos accidentes, por lo que se puede considerar como un problema de salud pública global.
En nuestros días estos traumas son catalogados como el segundo problema de salud oral más frecuente, después de las caries dentales, que presentan los niños, así lo expresa la directora general de ‘Dental Studio Spa’, Yocasta Caba, quien tiene un máster en endodoncia.
Factores
“Las causas de estos traumatismos están influenciadas por diferentes factores, entre estos, la biología humana, el comportamiento y el medio ambiente, siendo las más comunes las caídas, ya sean de bicicletas, motocicletas, patines, accidentes automovilísticos, actividades escolares o deportes de contactos, seguidas de golpes con objetos, manos o puños, y el maltrato infantil”, explica la especialista.
Más vulnerables
Caba asegura que los varones son los más afectados en edades de siete a 14 años y los traumas lastiman con más frecuencia los dientes antero-superiores.
Resalta que aquellos niños que tienen los dientes inclinados hacia adelante tienen posibilidades mayores de lastimarse, ya que presentan dificultades para cerrar los labios y estos quedan expuestos.
Según ‘The Children’s Hospital Medical Center of Cincinnati’, antes de que su hijo se gradúe de la secundaria, éste posee probabilidades de uno a tres de fracturarse o perder un diente permanente por un traumatismo.
Los especialista del instituto explican que en Estados Unidos, por ejemplo, se pierden de uno a tres millones de dientes permanentes en accidentes cada año y que todavía pocas personas conocen procedimientos de primeros auxilios en estos casos.
Daños
La endodoncista señala que los traumas que afectan estos dientes pueden ir en diferentes grados, desde una contusión donde no hay fractura pero sí afecta el tejido conjuntivo pulpar (nervio), dejando como consecuencia una necrosis (muerte pulpar), cambio de color, puede provocar grieta del esmalte (tejido que cubre la corona), una fractura de corona simple o compleja donde el tejido pulpar es afectado, fractura total de corona con posibilidades de rehabilitación futura o provocar inclusive una fractura a nivel de la raíz causando su pérdida.
Niveles
Caba indica que los traumas dentales pueden ser muy violentos, y en estos casos los dientes pueden estar intruidos (se van hacia dentro del hueso) o avulsionados (el diente sale fuera de la cavidad oral).
Pues dependiendo del buen manejo de los primeros auxilios y el tratamiento que realice el odontólogo especializado dependerán las posibilidades de la persona para que pueda retornar a sus funciones.
Recomendaciones
La experta expresa que estos primeros auxilios son fundamentales para tratar de mantener el diente en boca así como el tiempo en que se realicen.
“Debemos, seguido del trauma, buscar el diente, sujetarlo por la corona y con el fregadero tapado lavarlo sin tocar su raíz. De inmediato busque la ayuda de un odontólogo especializado en un periodo máximo de una hora”, aconseja.
((Prevenir
La endodoncista Yocasta Caba
Cuidado oral
La endodoncista Yocasta Caba puntualiza que aunque en ocasiones los eventos desafortunados no se pueden prevenir, es importante incentivar y concientizar a padres, maestros, personal escolar y estudiantes de la necesidad del uso de los protectores bucales cuando se practican deportes de contacto.
“Saber además que es imprescindible el seguimiento por el odontólogo, pues un diente traumatizado puede desarrollar en el futuro cambios de coloración, reabsorciones radiculares (pérdida de estructura dental en la raíz), calcificaciones (desaparición del nervio por aumento de estructura dental), se pueden afectar los tejidos de soporte de los dientes y presentar infecciones, las cuales pueden ser prevenidas con diagnóstico y tratamiento temprano”, dice.
