El Atlético encuentra un socio

Me ha dicho que espera que este sea el primero de muchos más», declaró orgulloso en las entrañas de Anoeta.

Carrasco venía de hablar con Simeone, con el chándal bien puesto, la gorra en la cabeza y las zapatillas desabrochadas.

El belga tiene planta de jugador de banda. Es alto, estrecho de hombros y con las piernas largas. En Anoeta cumplió con el guion previsto, el del juego por banda, hasta ahora un recurso más que una intención y que ante equipos como la Real Sociedad se mostró eficaz.

Además, para encontrarle no fue necesario deshacerse de la pelota. Bien acostado en la izquierda, el belga se ofreció para dar salida al juego y gracias a su zancada ayudó a trasladar la pelota sin necesidad de rifarla.

Carrasco forma parte de ese grupo de jugadores que transforman al equipo en un bloque contragolpeador, sin miedo a la galopada.

No es necesario generar jugadas demasiado recargadas. Basta un pasador y un galgo.De ahí que Koke, que regresaba al equipo tras cuatro jornadas lesionado, se mantuviera sobre el césped los 90 minutos.

Acabó muy bien el partido, pero lo mejor fue que el partido acabó bien para todos nosotros”, aseguró Simeone, seguramente agradecido con el cielo por haber dejado tranquilo a su pupilo.

Sabía el argentino que con Torres y Carraco en el campo (Griezmann había sido sustituido tras dejarse los dos pulmones sobre el campo), necesitaba el toque de Koke para lanzar a sus dos principales flechas.

Me ha dicho que espera que este sea el primero de muchos más»

Comenzó el partido el Atlético con una estructura más estática. Con Koke acostado a una banda repartiendo juego, pero sin desbordar.

Combinando por el centro a la espera de encontrar la manera de conectar con Griezmann. Bastó que el francés enganchara el balón en el centro del campo para que llegara el primer gol rojiblanco.

No hizo falta un pasador. Sin embargo, la posición del centrocampista es fundamental para otro jugador. Jackson Martínez no es por el momento tan autosuficiente como el francés.

De ahí que necesite que un compañero le aclare el camino. El colombiano sigue peleado con el gol (sólo ha anotado uno en toda la temporada) aunque en Anoeta utilizó su enorme corpachón para recibir todos los pelotazos y aligerar de trabajo a Griezmann.

Un remate al larguero en posición de fuera de juego fue lo más peligroso que produjo Jackson en la parcela individual.

Aun así, la Real Sociedad llegó a comprometer al Atlético en los minutos finales. De ahí que Simeone diera entrada a Torres y Carrasco, a la postre creador y rematador en el segundo y definitivo tanto.

El español vio el enorme hueco que la defensa de la Real había dejado a su espalda para colocar la pelota y Carrasco se encargó de trasladarla con potencia hasta el fondo de la portería de Rulli.

En esa jugada pudo verse una de las cartas más peligrosas con las que cuenta Simeone esta temporada. Y puede que pronto se convierta en una de sus favoritas.




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