Cualquier lesbiana que se precie sabe que Ikea es un paraíso lésbico. Si estás soltera puedes ir a perderte en sus pasillos que alguna dependienta despistada encontrarás.
Mientras que la mayoría de clientas bolleras acuden en parejas para amueblar sus niditos de amor. Es algo que las lesbianas hacemos justo después de aparecer con la maleta en la segunda cita.
Tópicos aparte, es cierto que las lesbianas tenemos cierta cadencia por acabar en los pasillos de Ikea, sin ir más lejos en mi casa hay más muebles de Ikea que otra cosa.
Aunque debo reconocer que mi mayor afición es el supermercado. Las albóndigas, el salmón, los arenques en salsas imposibles y la mostaza dulce me pierden.
Y esto debe ser más común de lo que me pensaba porque Ikea acaba de lanzar un anuncio de televisión para Estados Unidos sobre la comida y ha incluido a una pareja de lesbianas que celebra su aniversario.
Si lo añadimos a que este año han incluido una pareja gay en su catálogo, podemos decir que Ikea sabe que somos clientes fieles, o simplemente, esto era la normalización.
