España necesita un partido nuevo, con las manos limpias

Albert Rivera (Barcelona, 1979), el candidato de Ciudadanos a la presidencia del Gobierno de España, habla durante horas sobre su estrategia para las generales y su programa reformista. Gesticula mientras diagnostica las causas del fin del bipartidismo.

Pregunta. Tras el éxito electoral en Cataluña, donde Inés Arrimadas logró 25 diputados. ¿Cómo afronta las generales?

Respuesta. Nos planteamos unas generales para intentar cambiar España y dar un salto cualitativo en este país, porque lo que ha pasado en Cataluña tiene mucho que ver con las cosas que no funcionan en España.

Ese éxito, que duplica los escaños del PP y del PSOE juntos en Cataluña, es una gran demostración para este proyecto. España necesita reformas de la mano de un partido nuevo, con las manos limpias, y sobre todo que quiere hacer que este país siga unido.

P. ¿Qué tiene que pasar para dar el salto de ser un partido bisagra a una alternativa de poder?

R. Hemos demostrado en las urnas que podemos ganar al bipartidismo, pero también a Podemos. Hemos impedido esa mayoría de votos separatista. Lo que tiene que pasar es que los ciudadanos vuelvan a confiar.

Un partido reformista, progresista, en el centro político de España, esa tercera vía que ya existe en otros países de Europa, es sano que crezca en España y que pueda gobernar. Me presento para gobernar España. La única manera es salir a ganar, y luego, que los españoles decidan.

P. Los partidos tradicionales les acusan de ser una fuerza política de moda y sin experiencia de gobierno. ¿Qué tiene que decir?

R. Que las dos cosas son ciertas. Tenemos poca experiencia de gobierno en lo público. Sí tenemos economistas, juristas, gestores, gente de la sociedad civil, que han trabajado muchos años en la empresa privada o en la función pública, que tienen la capacidad de innovar, de mejorar y de renovar nuestro proyecto común español.

Es lo que necesita España. No tanto experiencia en hacer lugares vacíos o en corrupción, sino en gestionar bien las cosas. Somos una fuerza política de moda, y no veo que sea un problema. Tenemos el reto de ganar con toda humildad, pero con toda ambición.

P. En su presentación como candidato, dijo: “Vengo a defender el patriotismo constitucional”. ¿A qué se refería?

«No somos conscientes de lo que estamos logrando»

En las Ejecutivas, Albert Rivera pone el ejemplo de Rafael Nadal a sus compañeros, y les habla de la fortaleza mental, de la importancia de salir a ganar, y de luchar hasta el último suspiro. Ni siquiera esa actitud competitiva, sin embargo, le preparó para los 25 diputados que logró el partido en Cataluña.

“La sensación que tengo es que no somos conscientes de lo que estamos logrando”, dice. “Había hecho deporte de competición durante años, y siempre me había marcado objetivos concretos: una marca, una victoria. Me he dado cuenta de que hay que disfrutar del camino”.

R. Las grandes naciones del mundo no se basan en la identidad, sino en valores civiles. En España ese trabajo no se ha hecho. La Constitución reconoce esos valores, la igualdad, las libertades, la solidaridad, la unión, pero no ha habido un desarrollo de eso en pactos de Estado, en la educación, en los medios de comunicación públicos. Pongo el ejemplo del España nos roba”.

Si da votos, el valor de la solidaridad está muerto en España como bandera. Si la singularidad funciona electoralmente es que la igualdad tampoco ha calado. Hay síntomas de que algunos valores civiles españoles están en la Constitución en el papel, pero no están presentes.




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