Los tres principales candidatos a la presidencia argentina se presentaron en mayo sin chistar en el programa de televisión más visto del país para incluso bailar. Pero concretar el debate que se realizará el domingo significó un parto doloroso que verá la luz sin el favorito.
El pasado 11 de mayo, sin cruzarse entre ellos, cada candidato compartió junto a sus esposas un segmento en tono de compadres con el rey de la televisión local Marcelo Tinelli: el postulante oficialista Daniel Scioli, aliado de la presidenta Cristina Kirchner, el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri y el exoficialista Sergio Massa, de centroderecha.
Dicharacheros y astutos en bromas este ‘show’ se puede considerar hoy la primera y quizás única ‘foto’ del trío en el lanzamiento de la campaña electoral argentina durante el programa inaugural de ShowMatch 2015, visto por unos 3 millones de televidentes.
A 20 días para las elecciones generales del 25 de octubre el domingo se realizará a duras penas el primer debate presidencial en este país, el domingo a las 21H00 locales (00H00 GMT del lunes).
Intentó organizarse a imagen y semejanza a aquellos que marcan las campañas en Estados Unidos, como una iniciativa plural, multisectorial y no partidaria y con los seis postulantes a suceder a Cristina Kirchner, que finaliza su segundo mandato sin posibilidad de reelección.
«Se trata de un acontecimiento histórico y un modelo de colaboración de distintos actores de la sociedad, y como bien público, queremos que pueda ser transmitido y visto en todo el país», indicó Hernán Charosky, Coordinador General de Argentina Debate.
Pero Scioli, primero en intención de voto desde las primarias del pasado 9 de agosto, se negó a asistir al debate que se realizará en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. «Mi plan está claro, lo demás es chamuyo (palabrerías)», se escudó.
El gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires, que cuenta con el 40% del electorado nacional, afirmó a Radio con Vos que la gente sabe muy bien qué piensa. «El tema no es quién se pelea más o mejor» sino «las posiciones y las políticas que sostiene cada uno».
A menos de un mes de las presidenciales, no está claro que haya un triunfador en primera vuelta.
En Argentina, un candidato presidencial gana en primera vuelta si obtiene más de 45% de los votos, o si supera 40% y le saca 10 puntos de diferencia al segundo.
El sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) divulgado el viernes pasado por el diario Página/12 le otorgaba a Scioli 41,6% de los votos, seguido de Macri (29,1%) y en tercer lugar se ubica Massa (20,2%), un exkirchnerista devenido opositor de centroderecha.
Otras encuestas coincidieron en considerar favorito a Scioli pero en ningún caso superaba el piso de 45%, y estimaron que el resultado definitivo dependerá del comportamiento de los indecisos.
Los otros candidatos, lejos en las encuestas, son el peronista opositor Adolfo Rodríguez Saá, Margarita Stolbizer (centroizquierda) y Nicolás el Caño (izquierdista).
