240 españolas denuncian secuelas tras un implante anticonceptivo

A los 33 años, después de tener a sus tres hijos, Angélica del Valle decidió implantarse un anticonceptivo permanente que su hermana ya había probado con éxito.

Se llamaba Essure y es una especie de muelle metálico que se implanta en las trompas de Falopio hasta ir produciendo una inflamación del tejido que bloquea el paso de los espermatozoides. Ahí comenzó una tortura de dos años que -y sólo ahora lo sabe- comparte con miles de mujeres en todo el mundo.

En EEUU, la presión de la activista Erin Brokovich obligó la semana pasada a la agencia del medicamento (FDA por sus siglas en inglés) a convocar una audiencia pública (un advisory comittee) para escuchar a miles de mujeres que sufren diversas secuelas después de la implantación del Essure (un producto que ahora pertenece al laboratorio Bayer tras la compra en 2013 de su fabricante inicial, Conceptus).

Autorizado en EEUU en 2002 (un año más tarde en España), Essure se posicionó rápidamente como una alternativa no quirúrgica y mucho más barata que la ligadura de trompas. Mediante una sencilla intervención, esta especie de muelle de níquel se coloca en las trompas de Falopio de manera que produce una inflamación del tejido que lo va rodeando hasta que la trompa se osbtruye e impide el paso del espermatozoide.

Según datos citados por The New York Times, se han colocado alrededor de un millón de implantes Essure en todo el mundo en los últimos 13 años (el 60% de ellos en EEUU, y unos 80.000 en España, según datos que maneja el doctor José Eduardo Arjona, ginecólogo de la Sociedad Española de Contracepción y uno de los especialistas que más muelles ha implantado en España).

También en EEUU se concentran por ahora la mayor parte de notificaciones de efectos adversos por parte de unas 17.000 usuarias, algunas de las cuáles ya han demandado a la compañía.

La mayoría de ellas, como se hizo público la semana pasada ante el panel de expertos convocados por la FDA, sufre intensos dolores en la zona pélvica y abdominal; aunque también hay cientos de casos de alergia al níquel (uno de los componentes del dispositivo) o perforación de las trompas.

También se han documentado más de 600 embarazos no deseados por un mal funcionamiento del implante (un método de esterilización femenina sin hormonas).

Un ginecólogo muestra el dispositivo Essure. MADERO CUBERO MUNDO
Los problemas de Angélica comenzaron el primer día después de que le implantasen Essure en el Hospital La Paz de Madrid (este método anticonceptivo está cubierto por la Seguridad Social).

Me salieron cinco manchas redondas en cada cadera, pero pensé que eran marcas del cinturón», relata esta madrileña de 38 años, que preside la recién creada Asociación de Afectadas por Essure en España. Sólo 48 horas después empezó a sufrir picores por todo el cuerpo, y aunque en Urgencias le dijeron que podía ser alergia al dispositivo, en Ginecología le quitaron importancia y le dijeron que podía ser una alergia alimenticia.

Aunque las pruebas de alergia indicaron que era muy alérgica al níquel y un dermatólogo le recomendó quitarse el implante, los ginecólogos que se lo implantaron le explicaron que en tres meses -cuando se hubiese producido la fibrosis del tejido alrededor del muelle- se le pasaría.

Su relato continúa con dos años de problemas de salud que le hicieron ir encadenando picores vaginales, reglas irregulares, dolores de cabeza, hemorragias vaginales cuando iba al baño.

Mi familia me decía que me estaba obsesionando, mi marido decía que siempre me dolía algo… llegué a un punto que lo hablaba con nadie.

Hasta que un día, tras dos años de sufrimiento, «y después de 15 días con la regla doblada de dolor», empezó a buscar en Internet: «Ahí me encontré a miles de mujeres con los mismos síntomas que yo en EEUU».




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