Alemania, la gran potencia económica europea, sea uno los pocos países del bloque occidental de la Unión Europea que todavía no ha legalizado el matrimonio igualitario.
Gran parte de la culpa la tiene la todopoderosa Angela Merkel, que con mano de hierro se ha negado hasta este momento a aprobar leyes para legalizar el derecho a casarse de dos personas del mismo sexo en este país.
Ahora, supongo que a la señora Merkel se le habrá atragantado la propuesta que ha aprobado el Bundesrat alemán para aprobar el matrimonio gay.
El Bundesrat es la cámara alta alemana, en la que están representados los estados federados alemanes, y tras su aprobación, la propuesta será enviada para su debate al Bundestag, la Cámara Baja alemana.
Allí, salvo sorpresa, Angela Merkel frenará en seco este intento por lograr que todos los ciudadanos tengan el mismo derecho a la hora de contraer matrimonio, al contar con los votos que sustentan al gobierno federal, en un caso, el de la CDU, por convicción, y en el otro, el de los solciademócratas, por una cuestión de lealtad al acuerdo de gobierno entre ambos partidos.
Lo bueno es que parece que algo se mueve en la sociedad alemana, y junto a la posición favorable de varios landers, las encuestas señalan una creciente aceptación por parte de la población al matrimonio, e incluso ya hay voces disidentes dentro del partido de la propia Angela Merkel que apuestan por una mayor apertura y por escuchar las demandas sociales para legalizar el matrimonio ¡Veremos si al final la señora Merkel da su brazo a torcer!
