La jueza guatemalteca Marta Sierra de Stalling, arrestada ayer señalada de liberar a miembros de la estructura de corrupción «La Línea» a cambio de un soborno, pasará la noche en prisión a la espera de que un juzgado decida mañana si será o no procesada judicialmente.
El juez José Eduardo Cojulum escuchó este martes la primera declaración de Sierra de Stalling, tras ser capturada, y programó una audiencia para el miércoles en la que resolverá si la sindicada queda ligada a un proceso judicial en su contra.
Mientras tanto, la jueza fue enviada a la prisión del cuartel militar Matamoros, donde pasará la noche bajo la vigilancia del Sistema Penitenciario (SP) del país centroamericano.
El Ministerio Público (MP, Fiscalía) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) acusaron formalmente a Sierra de Stalling este martes ante el juez Cojulum por los delitos de prevaricato y cohecho pasivo.
De acuerdo a la CICIG, la jueza es sospechosa de «llegar a acuerdos ilegales con seis sindicados» de la red de defraudación aduanera bautizada como «La Línea», a quienes «habría beneficiado con fianzas para salir en libertad» en abril pasado, cuando fueron detenidos.
Las autoridades establecieron «a través de interceptaciones telefónicas» que la «decisión favorable» de Sierra de Stalling obedecía a «una negociación ilegal» con los detenidos, en la que supuestamente está implicada.
La estructura millonaria de corrupción operaba en la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y supuestamente era dirigida por el expresidente de Guatemala Otto Pérez Molina (2012-2015), quien dimitió a su cargo el 3 de septiembre y se encuentra en prisión preventiva desde ese día.
«He sufrido una persecución como si fuera una de las peores delincuentes», aseguró Sierra de Stalling en declaraciones a periodistas tras la audiencia de este martes, en la que defendió su inocencia y su «independencia» como magistrada.
La jueza estaba a cargo de un juzgado penal del Organismo Judicial (OJ) guatemalteco, ente que decidió retirarle la inmunidad que ostentaba por su cargo el pasado 9 de septiembre, a solicitud del MP y la CICIG.
Las autoridades han detallado que el presunto soborno fue supuestamente gestionado por Luis Alberto Mendizábal, uno de los líderes de «La Línea», y quien se encuentra prófugo de la Justicia.
La jueza Jisela Yadel Reinoso, también detenida este martes por la CICIG y el MP implicada en otro caso de corrupción, fue enviada a la misma prisión de Matamoros por el juez Cojulum, que reprogramó su primera declaración para mañana.
Las fuerzas de seguridad de la nación centroamericana también capturaron hoy al juez Erick Santiago de León, por un tercer caso de corrupción investigado por la CICIG, pero el magistrado permanecerá en prisión provisional hasta su primera audiencia el próximo jueves.
