La nueva agenda global de desarrollo, la lucha contra el cambio climático, guerras como la de Siria y la crisis de los refugiados en Europa centrarán los primeros compases de la 70 sesión de la Asamblea General de la ONU, inaugurada ayer en Nueva York.
A poco más de una semana para que los líderes de todo el mundo comiencen a llegar a la ciudad, el nuevo presidente de la Asamblea, el danés Mogens Lykketoft, abrió oficialmente el nuevo ciclo de trabajo con un llamamiento a la acción.
“En está sesión se conmemorarán y celebrarán los 70 años de las Naciones Unidas, pero sobre todo será una sesión en la que trataremos de movilizar un compromiso más fuerte para actuar”, señaló Lykketoft en declaraciones a los periodistas.
En su discurso inaugural, el veterano político danés apuntó los asuntos clave para la Asamblea General, empezando por la aprobación en una gran cumbre la próxima semana de la nueva estrategia que sustituirá a los Objetivos del Milenio.
“En menos de diez días, nuestros líderes se reunirán en esta sala para adoptar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, recordó Lykketoft, que avanzó que una de sus principales prioridades será asegurar que todos los actores cumplen con las promesas contenidas en ese documento.
Para la ONU resulta fundamental que esos compromisos se completen en diciembre con la aprobación en otra cumbre, en este caso en París, de un acuerdo vinculante para luchar contra el cambio climático. “Haremos todo lo posible para apoyar un proceso que desemboque en un resultado ambicioso en París”, aseguró el presidente de la Asamblea General.
