Estrategia del gobierno cubano trata de frenar la fuga de médicos

La decisión del gobierno cubano, que autoriza el regreso a sus puestos de trabajo de los profesionales de la salud que hayan salido de Cuba, por cualquier vía, deja atrás la aplicación de sanciones y flexibiliza más su política migratoria.

El anuncio del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) publicado este viernes en la prensa oficial, circulaba ya como rumor en las redes sociales y medios independientes de prensa, dentro de un grupo de 29 medidas que consideraba implementar ese organismo para detener la deserción de sus profesionales.

El pasado 11 de agosto, el periodista Fernando Ravsberg mencionaba en su blog Cartas desde Cuba a “estas medidas que supuestamente se plantea impulsar el Ministerio de Salud Pública para mejorar las condiciones de vida de los médicos y demás personal de la salud».

«Nuestras fuentes aseguran que [las medidas] se anunciaron en una reunión con los directores de hospitales en la que estaban presentes el Ministro Roberto Morales y el vicepresidente José Ramón Machado Ventura”, señaló Ravsberg en el blog.

Por su parte, el periodista independiente Roberto Jesús Quiñones Haces informó el pasado 26 de agosto que unos 35,000 profesionales de la salud habían solicitado su liberación o baja del MINSAP.
Decenas de médicos cubanos protestan el sábado 22 de agosto de 2015, en Bogotá, para denunciar «el limbo legal» en el que se encuentran a la espera de un visado para EEUU.
El periodista, quien citó a una fuente que pidió no ser identificada, hizo la afirmación en un artículo publicado en el sitio digital Cubanet, en el cual Quiñones divulgó el mismo documento que Ravsberg.

La salida legal de profesionales de la salud aumentó a partir de la nueva Ley de Inmigración del 2013, que eliminó el permiso de salida y dio igual trato a los médicos para viajar a aquellos países que le concedan visa, aunque sin garantizar la reinserción laboral en caso de retorno al país. Pero a los desertores o emigrados con anterioridad, se les mantenían las restricciones de repatriarse.

Hasta ahora, los médicos desertores podían ser penalizados con cinco, ocho o 10 años sin poder visitar la isla, e incluso de por vida en algunos casos, dependiendo de los funcionarios del momento, pues no existía una regulación pública al respecto.

El médico cubano Jeovani Jiménez Vega, autor del blog Ciudadano Cero, comentó que “al margen de que estas obedezcan a una estrategia de contención ante el éxodo masivo de los profesionales del sector debido a su falta de expectativas, pareciera que éstas medidas ya fueron tomadas a destiempo; o mejor dicho en buen cubano… ya se les fue el tren”.

“Ahora será mucho más difícil disuadir a un profesional que en su primer mes de trabajo haya percibido una retribución bastante mayor a la recibida por diez años íntegros de trabajo en Cuba”, subrayó.

La exportación de servicios técnicos y profesionales es la principal fuente de ingresos de la isla, con una media anual de $6,000 millones de dólares, señaló este viernes un despacho de la agencia EFE.

«Esta decisión es muy positiva», dijo a la AFP un médico de 51 años, que prestó servicios en Venezuela y Belice, pero que pidió no revelar su nombre. La medida significa que «puede volver, regresar a su misión o a Cuba, que al final es su país, sin que esto signifique que su título sea inhabilitado», celebró este médico.

El comunicado insistió en que las autoridades buscan mejorar las condiciones de los médicos en la isla, cuyos salarios suelen ser mejores que los de otros trabajadores estatales y pueden alcanzar un equivalente a 50 dólares mensuales. Muchos médicos y enfermeros se quejan de que deben concurrir a esas misiones para mejorar sus ingresos, y que en la isla no siempre tienen las condiciones y tecnología para desarrollarse como profesionales de la salud.

F. Martín Noticia.




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