El miércoles pasado, el perro Ricochet surfeó con Savannah, de 17 años, y Bellamy Arterburn, de 19, en Denver, Colorado. Ambas chicas tienen la misma enfermedad terminal, la ataxia de Friedreich, una enfermedad debilitante y degenerativa neuromuscular sin tratamiento ni cura.
Cuando escucharon que Ricochet era un perro que navega con las personas con discapacidad, niños con necesidades especiales, soldados heridos y veteranos con TEPT, como una ayuda asistencial, y que tiene patas de sanador, surfear con él se convirtió en su sueño.
Pero, a causa de todas las dificultades que esta familia ha sufrido, no podían permitirse un viaje a San Diego. En ese momento, a Dave, el entrenador de Ricochet, se le ocurrió la idea de organizar un evento para recaudar fondos, y así poder traer a las niñas a San Diego.
En 24 horas, ¡todo el viaje fue financiado! Vuelo, hotel e incluso las comidas y desplazamientos. Así que viajaron a San Diego para surcar las olas con su perro favorito, así como experimentar sus llamadas “patas de curación”.