Cinco hombres armados irrumpieron en un bar en Veracruz la madrugada de ayer y asesinaron a un supuesto jefe del narcotráfico y a otros cinco hombres, entre ellos un periodista, dijeron las autoridades.
La Procuraduría de Veracruz informó que los hombres armados entraron al bar y atacaron a las víctimas, entre las que se encontraba el jefe de plaza del grupo delictivo autodenominado Los Zetas, a quien identificaron como José Márquez Balderas, alias «El Chichi».
También dijeron que el reportero Juan Heriberto Santos Carrera se encontraba sentado con ellos en una mesa del lugar. «Testigos presenciales refieren que un comando, integrado por cinco personas, con armas de alto poder se dirigieron directamente contra las personas hoy fallecidas y dispararon en su contra», dijo la Procuraduría estatal, como se conoce en México a la fiscalía.
Otros dos periodistas que se encontraban en el bar no fueron blanco de los disparos pero fueron despedidos por el director del periódico para el que trabajaban por encontrarse en el lugar con el jefe de Los Zetas.
El ataque tuvo lugar en un bar de la localidad de Orizaba, al centro de México. La policía persiguió a los atacantes y hubo un intercambio de disparos en el que resultaron heridos dos oficiales, de acuerdo con las autoridades. No se reportaron arrestos de manera inmediata pero los fiscales dijeron que algunos de los fallecidos iban armados y que los otros dos periodistas resultaron levemente heridos y se encuentran bajo protección del gobierno.
Con Santos Carrera ya son 14 los periodistas asesinados en Veracruz desde que el gobernador del estado, Javier Duarte, asumió el cargo en 2010. Tres más se encuentran desaparecidos, lo que ha generado críticas y denuncias de activistas y grupos defensores de la libertad de prensa. El Secretario de Gobernación del estado, Flavino Ríos, dijo que el ataque «no tuvo que ver con la labor periodística del reportero».
El fotógrafo Rubén Espinosa, que había huido de Veracruz en julio después de haber sido intimidado y acosado, fue asesinado días atrás en un apartamento de la ciudad de México junto con otras cuatro personas.
Un vocero de Televisa dijo que Santos Carrera «dejó de prestar sus servicios» para el canal por motivos personales, pero no ofreció más detalles.
Algunos aspectos del ataque parecen sugerir que Santos Carrera y los otros periodistas se habían reunido en el bar con uno o dos líderes de Los Zetas.
Los otros dos reporteros «están despedidos y bajo investigación», dijo José Abella García, director del diario «El buen tono» de Orizaba. «Tendrán que explicar qué hacían en esa mesa con el jefe de plaza, con el jefe y el subjefe», en referencia a Los Zetas.
Abella García relató que luego de los disparos al menos uno de los hombres armados volvió al lugar y golpeó a uno de ellos con una botella antes de emprender la huida.
Veracruz es un estado en el que han aflorado múltiples casos de corrupción, crimen y enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico. También es un lugar especialmente peligroso para los periodistas. El director del diario explicó que los reporteros que trabajan en la calle reciben presiones de los grupos criminales que condicionan las notas que se publican. «Les dan dinero para tenerlos contentos o los matan», explicó, en una política que denominó de «plomo o plata».
Pero el propietario de «El buen tono» dijo también que ha tenido que despedir a otros reporteros porque «se han ido a sobornar a alcaldes corruptos. ‘Dame dinero para que calle la corrupción en tu municipio’, les dicen».
«Hay muchos otros oficios si en este no se puede trabajar correctamente, nadie les obliga a trabajar en esto», dijo Abella que cree que los reporteros que aceptan dinero «son parte de la mafia porque bloquean la información. Es un problema nacional».
