El Gobierno de Colombia y las FARC anunciaron ayer un plan para reducir la intensidad del conflicto y agilizar acuerdos en La Habana, entre ellos los términos de un cese al fuego bilateral, con el fin de revitalizar el proceso de paz y recuperar la confianza de los colombianos.
En una declaración conjunta, las partes anunciaron su decisión de “hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar a un acuerdo final” y en particular consensuar “sin demoras” los términos de un cese al fuego bilateral y definitivo.
Para lograr el objetivo de un alto el fuego bilateral, Gobierno y guerrilla solicitarán que se incorporen a la subcomisión creada hace algunos meses para preparar el fin del conflicto sendos delegados de Naciones Unidas y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para iniciar la discusión sobre el sistema de verificación de ese futuro cese de hostilidades.