Sólo una fiesta como el Orgullo Gay podría reunir en un mismo escenario a líderes como Pablo Iglesias, Antonio Miguel Carmona o Ángel Gabilondo sin motivos puramente políticos. Los tres eran sólo algunas de las personas que anoche bailaban al ritmo de ‘A quién le importa’, de Alaska, ante cientos de personas entregadas que coreaban y jaleaban la escena.
El secretario general de Podemos se deshizo de las reivindicaciones -«hay mucho camino por recorrer», dijo-, para ponerse al frente de un animado ‘trenecito’ que recorrió la plataforma de una punta a otra, enredándose entre caras conocidas como la activista Carla Antonelli o la periodista Paloma del Río, que también vivían la fiesta desde la plataforma.
En un plano más discreto se mantuvieron los socialistas Antonio Miguel Carmona y el líder del PSM, Gabilondo, que en un primer momento se contuvieron, pero luego se dejaron contagiar por el ambiente y se sumaron a los bailes.
Una vez fuera del escenario, el líder de Podemos continuó la celebración y no dudó en fotografiarse y compartir risas y diversión con otros asistentes a la marcha.
