Va a ser una larga precampaña electoral, sobre todo si Mariano Rajoy se decide por agotar la legislatura hasta diciembre. El presidente del PP se lanzó este jueves a la caravana de las promesas y las ofertas —que continuarán en los próximos días y se plasmarán en varios frentes durante la conferencia política del 10 y 11 de julio— con el anticipo de la rebaja del IRPF prevista para primeros de 2016. Esa rebaja entra en vigor desde el 1 de julio. Habrá otras medidas sociales y de empleo. Lo que el PP no asume aún es la elección de sus candidatos por primarias.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está ya en la carrera electoral. Este jueves anunció que aplicará de inmediato la rebaja del IRPF que iba a entrar en vigor en enero. La medida supondrá un coste de unos 1.500 millones de euros para las arcas públicas y reportará desde el 1 de julio algo más de dinero cada mes a los bolsillos de los contribuyentes y electores. Además, permitirá a Rajoy y al PP cumplir en parte con una de sus promesas electorales, que consistía en bajar impuestos. No obstante, a pesar de la rebaja, el líder popular aún terminará la legislatura con los tributos más elevados, porque permanece la subida que aplicó, al llegar a La Moncloa, del IVA y de los impuestos especiales, entre otros.
La reforma fiscal aprobada a finales de 2014 preveía una rebaja del IRPF en dos fases: una en 2015 y otra en 2016. La primera ya entró en vigor a principios de este año, y el Ejecutivo adelanta ahora a este mes la segunda (la prevista para el próximo año). De esta forma, el tipo mínimo del impuesto sobre la renta cae al 19% y el máximo se reduce hasta el 45%, en línea con lo propuesto por la comisión de expertos de la reforma fiscal. Pero el IRPF es un impuesto que está cedido al 50% a las comunidades autónomas y serán estas, ahora, las que tendrán que decidir si adaptan su tramo autonómico para que la rebaja despliegue todos sus efectos.
La rebaja del IRPF anunciada dejará de media unos 30 euros más en el bolsillo de los ciudadanos. Un contribuyente con una renta media por rendimiento del trabajo de 25.000 euros, sin hijos ni dependientes a su cargo, notará a partir del próximo mes una reducción de 29 euros teniendo en cuenta las pagas extras. En total, este mismo contribuyente se ahorrará 410 euros respecto al año pasado. La diferencia sobre 2011, antes de la subida del PP de ese año, se reduce a 250 euros, según cálculos de EL PAÍS.
