Estados Unidos registró el miércoles avances con China en materia de divisas y hacia la negociación de un código de conducta sobre prácticas cibernéticas, después de dos días de conversaciones de alto nivel que subrayaron agudas diferencias pero allanaron el camino para una visita del líder chino en otoño.
El presidente Barack Obama dio el toque final a la reunión anual Diálogo Económico y Estratégico Estados Unidos-China planteando a líderes de la delegación china preocupaciones sobre el comportamiento cibernético de la nación asiática y respecto a tensiones sobre mares en disputa en el este de Asia que han pesado en los esfuerzos de las dos potencias para forjar una relación más cooperativa.
El mandatario «urgió a China a dar pasos concretos para disminuir las tensiones», dijo la Casa Blanca en un comunicado después de la reunión.
Aunque el secretario de Estado John Kerry describió la relación entre Estados Unidos y China como «en ascenso», señaló que las intrusiones cibernéticas han suscitado cuestionamientos sobre seguridad y dañado negocios estadounidenses. Dijo que los dos países deberían estar trabajando por un acuerdo compartido sobre el comportamiento apropiado de un Estado en el ciberespacio.
Kerry señaló que existen normas internacionales de comportamiento aceptables. «Necesitamos trabajar juntos para definirlas, y luego acatarlas. Pienso que ese mensaje fue dado y recibido claramente, ojalá ese trabajo comience seriamente muy, muy rápidamente», dijo a reporteros.
En los dos últimos años, el incremento en la presión sobre asuntos cibernéticos por parte de Estados Unidos ha tenido poco impacto aparente en el comportamiento chino. Obama trató el punto directamente con el presidente chino Xi Jinping cuando éste visitó Estados Unidos en 2013, pero desde entonces sólo se han intensificado las acusaciones de ataques cibernéticos y espionaje apoyados por el Estado.
Funcionarios de gobierno han dicho que cada vez están más convencidos de que el gobierno chino fue responsable de una violación extensa a registros de personal del gobierno federal que puso en riesgo información de hasta 14 millones de empleados y contratistas. Pero el gobierno no ha llegado al punto de culpar públicamente a China de la intrusión ilegal.
Por su parte, el Concejal de Estado, Yang Jiechi, dijo que China está tomando medidas duras contra la piratería cibernética y que su país está dispuesto a cooperar con Estados Unidos en materia de seguridad informática.
Pero urgió a Estados Unidos a «considerar hechos». China ha negado haber participado en la intrusión a los bancos de datos de la Oficina de Administración de Personal.
Por otro lado, el secretario del Tesoro Jacob Lew citó avances significativos en una preocupación de Estados Unidos que data de hace mucho tiempo de que la divisa china está subvaluada frente al dólar, lo que favorece a las exportaciones chinas.
Admitió que el yuan, o renminbi, ha incrementado su valor, y señaló que la intervención de China en el mercado de divisas ha disminuido en el último año. Lew agregó que China se comprometió a intervenir en el mercado de divisas sólo cuando sea necesario por condiciones de mercado desordenadas.
