Los legisladores de Carolina de Sur dieron el primer paso ayer martes para retirar la bandera confederada de su Capitolio, mientras manifestantes en el exterior exigían que ésta sea quitada de allí en respuesta a los recientes asesinatos con móviles racistas de nueve personas dentro de una histórica iglesia afroamericana.
El presidente de la Cámara de Representantes de Carolina de Sur, Jay Lucas, describió los homicidios como un “terrorífico acto de violencia que estrujó el mismo núcleo de cada habitante de Carolina del Sur”.
La medida, que permitiría que los legisladores debatieran el retiro de la bandera más adelante en este verano,