La calidad no caduca. La elegancia no cumple años. Gemma Mengual volverá a competir, a sentir ese gusanillo en la pasarela, a convertir la música en baile en el agua. Tres años después de anunciar su macha de la selección española y de la natación sincronizada, la gran diva acuática vuelve a los escenarios. Como las estrellas. Nuevas actuaciones en una gira que la llevará a competir en el Mundial de Kazan de este verano, aunque con una modalidad novedosa: el dúo mixto junto a Pau Ribas.
Así lo ha anunciado la propia Mengual en el Club Natació Sabadell, sede desde este jueves del Trofeo Infantas, el campeonato de España de sincronizada. Allí demostrará que, a sus 38 años y tras conseguir 39 medallas en su carrera profesional (dos de ellas olímpicas, 20 mundiales y el resto europeas), sigue manteniendo las cualidades que hicieron de ella la pionera de las siguientes generaciones. Eso nunca se pierde.
Ahora, quiere abrir otra puerta. En su momento fue la líder de un equipo que rompió tabús, estereotipos y desconocimiento. Hoy la historia se repite. Desde hace tiempo prepara en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat el dúo mixto junto a Pau Ribas, en una modalidad que por primera vez se celebrará en el torneo mundialista. «La pretensión es hacer un buen papel y dar una buena imagen porque sabemos quién estará jugándose el podio», admite la campeonísima, quien confiesa que él y su pareja deportiva tienen «vamos a por todas aunque conociendo nuestras limitaciones». «Pau está súper contento, y yo también por poderlo ayudar con esta vuelta», sentenció al respecto.
Será bajo los acordes de Evanescence, música alejada de El cant dels ocells, que dejó pendiente de ejecutar tras su adiós. Sin embargo, la sensación no será nueva. Mengual, asesora del actual equipo técnico, suele lanzarse al agua para ayudar en sus explicaciones al grupo. Y es una de las asistentes que ayudan a pulir a Ona Carbonell, actual capitana y encargada de interpretar el solo acuático. Ya en 2013, se planteó la opción de que retornara a la piscina para probar en el World Trophy de México. Esta vez, el regreso va en serio. «Es una aventura, pero espero pasármelo bien». Primera función de esta nueva actuación, este fin de semana. Segunda, y quién sabe si última, en Kazan.
