La Policía de Hong Kong considera que los nueve detenidos que supuestamente planeaban detonar una bomba esta semana en la isla podrían haber llevado a cabo su atentado en las inmediaciones del Parlamento o en una de las populares zonas comerciales de la isla.
En una rueda de prensa hoy, las autoridades informaron de que en el registro a los domicilios de los detenidos encontraron dos mapas de los distritos urbanos de Wanchai (zona comercial de la isla) y Admiralty (área financiera y sede del Parlamento y las oficinas del Gobierno).
Existen posibilidades de que este grupo de gente podría haber hecho algo en estos lugares específicos», aseguró el superintendente de la Policía del crimen organizado y las tríadas de Hong Kong, Au Chin-chau.
Las fuerzas de seguridad detuvieron esta mañana a cinco hombres y cuatro mujeres, de entre 21 y 34 años de edad, después de hallar un potente explosivo conocido como TATP (triperóxido de triacetona) en unos antiguos estudios, ya abandonados.
La Policía trata de confirmar si estas personas planeaban atentar contra zonas del centro de la isla durante esta semana clave para Hong Kong, en la que el Parlamento llevará a votación la polémica reforma electoral presentada por Pekín y contra la que cientos de ciudadanos han comenzado a manifestarse.
«Hay algunos miembros vinculados a un grupo radical local», dijo el representante policial durante la rueda de prensa, sin especificar el nombre de la agrupación.
La Policía se incautó en las viviendas de los sospechosos de sustancias químicas que pueden ser utilizadas para hacer explosivos, entre ellos granadas de aire, pistolas de aire comprimido y otras armas.
Cuando Pekín presentó el año pasado la reforma electoral para el territorio, cientos de miles de ciudadanos respondieron con la «revolución de los paraguas», multitudinarias manifestaciones a las que se sumaron estudiantes y trabajadores para pedir «democracia real».
La histórica movilización acabó en diciembre del año pasado, tras la división interna de los manifestantes y a causa de órdenes judiciales para desalojar las principales vías de la ciudad, y esta semana es la primera vez que se han convocado manifestaciones de gran magnitud desde entonces.
El domingo se convocó a una manifestación, aunque la marcha no consiguió la movilización esperada, ya que tan sólo 3,000, según los organizadores, se sumaron a la misma.
En este contexto, miembros de la Policía han instado a los ciudadanos a no acudir a manifestaciones y grandes agrupaciones de gente que pudieran poner en peligro su integridad física.
