El festival del orgullo gay de Seúl comenzó hoy envuelto en una fuerte polémica por la oposición de grupos religiosos extremistas que se han concentrado para boicotear el evento de apertura en pleno centro de la ciudad.
El festival, que se prolongará hasta el día 28 y contará con una fiesta multitudinaria y un festival de cine, está marcado este año por la prohibición por parte de la Policía de la principal manifestación en defensa de los derechos de los homosexuales.
Las autoridades denegaron por primera vez en 16 años la autorización para celebrar el desfile del orgullo gay −planeado para el 28 como broche final de las celebraciones− bajo el argumento de que podrían desatarse enfrentamientos con los contramanifestantes, la gran mayoría cristianos protestantes.
Los organizadores han adelantado que llevarán a cabo el desfile a pesar de la prohibición policial.
Alrededor de un centenar de cristianos radicales se concentraron hoy en la plaza del Ayuntamiento de Seúl, sede central del festival, ataviados con carteles y equipos de sonido para boicotear la ceremonia de apertura por lo que los organizadores temen que se pueden producir las primeras fricciones.
En todo caso, la organización espera una baja asistencia por parte del colectivo LGTB y sus simpatizantes debido a la fuerte alarma por el brote de virus MERS en Corea del Sur, que ha propagado entre la población el miedo a acudir a lugares concurridos.
El ambiente se ha caldeado además esta semana tras un mensaje difundido por las redes sociales por un activista anti−gay, que acusó a los homosexuales de ser un colectivo con riesgo de transmitir el MERS debido a que “tienen el VIH”.
Este ataque ha generado un gran malestar y protestas entre el colectivo homosexual, según reflejó el diario local The Korea Observer.
