El programa 60 Minutes emitía el domingo, 13 de noviembre, la entrevista completa que Lesley Stahl había grabado el viernes con el recién elegido presidente de los Estados Unidos de América. Tal y como habíamos visto en lios avances, Donald Trump contesta de una manera muy diferente a como le habíamos visto en campaña, demostrando que había que tomarle seriamente, pero no literalmente, como había advertido Peter Thiel.
Sobre detractores y seguidores
Respondiendo sobre las protestas que se están extendiendo a lo largo de todo el país en su contra, Trump considera que la gente no le conoce como para forjarse una opinión sobre lo que realmente va a hacer y acusa a los medios de comunicación de estar detrás de las manifestaciones. Por otro lado, ha condenado las amenazas de sus seguidores a los grupos sociales minoritarios, pidiéndoles directamente que dejen de actuar de esa manera. «Me entristece mucho escuchar esto (…). Y lo que digo es ‘Parad’. Si ayuda, diré esto, y lo diré directamente a las cámaras: ¡Parad! (…). Os diría que no lo hagáis, eso es terrible, porque voy a unir a este país», declara con seguridad, aunque tendremos que esperar para saber si les está riñendo por su comportamiento o les está dando una orden, en la línea inversa de lo que piensa él sobre las manifestaciones en su contra. Al fin y al cabo lo que hacen sus seguidores es un delito y lo que hacen sus detractores no lo es.
En lo que sí ha sido contundente ha sido a la hora de hablar de la la cordialidad del presidente Barack Obama en su primera reunión, quien no le ha intentado mediar para que no cancelara sus leyes, mostrando en todo momento su disposición para que la transición sea tranquila. De hecho ha manifestado que no piensa cancelar el programa social conocido como Obamacare, aunque sí modificarlo.
Sobre ISIS, México, Clinton y su sueldo
El nuevo presidente ha zanjado temas muy candentes durante su campaña, como su intención de mostrar su declaración de impuestos «en el momento apropiado (…). Obviamente, al público no le interesa, porque he ganado las elecciones muy fácilmente». Se ha mostrado muy cauteloso sobre sus intenciones de pedir la dimisión del director del F.B.I., James Comey, cuya decisión de poner fin a la investigación del servidor de correo electrónico privado de Hillary Clinton ha sido ampliamente criticado por los republicanos, pero prefiere escuchar su versión antes de tomar ninguna decisión al respecto. Tampoco ha querido esclarecer si piensa llevar a cabo la amenaza de nombrar un fiscal especial para investigar a su contrincante, tal y como había amenazado en campaña. Es más, ha reconocido que es una mujer fuerte e inteligente. «Son buenas personas. No quiero hacerles daño. Y te daré una respuesta muy, muy buena y definitiva la próxima vez que hagamos ’60 Minutos juntos», respondía Trump, indicando que prefiere centrarse en otros asuntos que considera más importantes como el sistema sanitario y la inmigración.
