Qiuyan Chen es una activista homosexual, de 21 años de edad, conocida también con el seudónimo de Qiu Bai, que lleva años haciendo campaña para demandar al Ministerio de Educación del gobierno chino por el contenido de un libro que describe la homosexualidad como un «desorden psicológico.
Tras una primera demanda que fue retirada y una segunda que fue rechazada, el Tribunal Popular Intermedio de Primera Instancia de Pekín ha aceptado su tercera demanda, ante la negativa del ministerio a responder a su queja.
Los libros de texto deberían al menos describir la homosexualidad con objetividad (…). No quiero que la discriminación impregne la escuela en la que vivo ni los materiales que utilizo cada día», explica la activista, que descubrió el texto cuando investigaba sobre la homosexualidad en la Universidad de Sun Yat-sen, en Cantón, al sentirse confusa sobre su propia sexualidad.
La homosexualidad está despenalizada en China desde el año 1997 y retirada su calificación de desorden mental en 2001, sin embargo la discriminación hacia homosexuales, bisexuales y transexuales permanece en la sociedad.
El año pasado, Qiu Bai interpuso una primera denuncia al Ministerio de Educación, pero fue persuadida para iniciar en su lugar una reclamación. Las cartas de hasta 80 estudiantes fueron ignoradas, por lo que interpuso una segunda demanda en abril de este año, que fue rechazada por la corte entendiendo que la falta de respuesta del ministerio no constituía una violación de sus derechos.
A comienzos del mes de junio presentó una tercera demanda alegando que «como estudiante universitaria, el demandante tiene un interés directo en los libros de texto», que finalmente sí ha sido admitida.
