Detenidos cuatro empleados de una chatarrería que proporcionaban material robado

Los Mossos d’Esquadra han detenido a tres hombres y a una mujer que vendían en la misma chatarrería de Reus donde trabajaban metal y herramientas que previamente habían robado en Vila-seca.

La investigación se remonta a principios de febrero, cuando el propietario de la finca denunció el robo con fuerza en su terreno, de donde los ladrones se llevaron todo el metal de varios vehículos antiguos, herramientas agrícolas y también estructuras metálicas.

Pocos días después, en una inspección a la chatarrería, enmarcada en el Pla Operatiu Específic (POE) Metall de los Mossos, los agentes comprobaron que el material sustraído estaba, listo para vender, en este negocio de Reus y que el golpe lo habían planeado los propios empleados.

Los detenidos tienen entre 27 y 46 años, dos son de nacionalidad española, uno de Brasil y el otro de Ghana. Estas detenciones, que se llevaron a cabo la semana pasada, se suman a las 482 que se realizaron durante el año pasado en toda Catalunya dentro del plan operativo del metal.

Hacemos inspecciones periódicas en todas las chatarrerías para comprobar si el registro que llevan concuerda con el material que tienen almacenado”, explica Joan Maria Molet, inspector de la División Criminal de los Mossos en Tarragona.

En esta demarcación, donde hay una treintena de chatarrerías, los controles son mensuales, aunque la presión es mayor en locales donde ya se ha detectado compra de material robado o cuando se produce un robo.

Inspección en una chatarrería de Tarragona (ACN / Roger Segura)
“Los propietarios de estos negocios no tienen porqué saber si lo que compran es robado o no, pero están obligados a llevar un registro y a tener identificados a quienes les venden el material”, dice Molet.

No en vano, todo el metal y especialmente los cables de cobre robado -que en estos establecimientos se pagan a tres euros el kilo aproximadamente, cuando el aluminio no alcanza el euro-, acaba en una chatarrería. Con este registro, en caso de robo y la posterior localización de los objetos, los agentes pueden cerrar el círculo.

El sistema de control es el mismo que se lleva a cabo en los establecimientos de venta de oro y joyas a peso.

Los Mossos han llevado a cabo este jueves una inspección rutinaria en una chatarrería de Tarragona. Además de industriales y empresas que generan residuos de aluminio o hierro, el movimiento de furgonetas y personas que llegan con un carro lleno de chatarra es constante: entre cincuenta y cien diarios.

Tenemos más de 9.000 DNI de personas que vienen a vender lo que encuentran por la calle”, explica uno de los empleados.




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