Instituciones Penitenciarias abrió hace 10 días una investigación reservada para averiguar si Isabel Pantoja recibe algún trato de favor en la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaíra, donde cumple desde noviembre una condena de dos años por blanqueo de capitales, y la conclusión ha sido, “rotundamente”, que no. Prisiones asegura que los dos inspectores encargados de las pesquisas “han desmontado” en su informe “punto por punto” la existencia de supuestos privilegios a la artista. Un total de 56 funcionarios presentaron un escrito de denuncia ante la Delegación del Gobierno en Andalucía.
Los Servicios de Inspección de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias han descartado “tajantemente” que Pantoja goce de algún privilegio en este penal de mujeres, en el que ingresó el 21 de noviembre del año pasado. Para llevar a cabo la “exhaustiva” investigación, en la que se han analizado 15 supuestas irregularidades, todas rechazadas, se ha tomado declaración a una muestra “significativa” de la plantilla y a varias internas, se ha analizado documentación y se ha realizado un registro “sorpresivo y minucioso” en la celda de la cantante.
La información facilitada por este organismo del Ministerio del Interior sobre las conclusiones de la investigación es contundente y está cargada de adjetivos destinados a eliminar cualquier tipo de duda. Es “rotundamente falso” que la celda y el módulo en el que está interna Pantoja fueran reformados por la llegada de esta reclusa, como denunció el sindicato Acaip a finales de noviembre pasado. Tampoco es cierto, según la inspección, que la artista haya disfrutado de un teléfono móvil y de un microondas durante este tiempo. A esta interna se le han practicado hasta 14 cacheos en su habitáculo y en ninguno de informó de anomalía alguna.
Pantoja no desayunó en el economato de la prisión con la directora de la cárcel, Isabel Cabello, el día 1 de junio, justo antes de salir por primera vez del penal para disfrutar de su primer permiso penitenciario, tal y como se denunció. Se ha constatado que la reclusa permaneció en su módulo durante la hora de esa comida. Otra queja de los funcionarios fue el número de paquetes con los que Pantoja volvió a prisión tras esa salida, aunque la inspección ha verificado que no existe ninguna norma sobre el número de bultos que puede portar una interna al regresar de un permiso.
