REPUBLICA DOMINICA-SANTO DOMINGO-Si el presidente Danilo Medina se repostulara, no tengo la menor duda que ganaría las elecciones presidenciales.
Más del 60% de los dominicanos votaríamos por él. Me incluyo entre los que lo harían.
Repito una vez más; es el mejor presidente que ha dado la nación. Las circunstancias han hecho que su gobierno superara al de su maestro y mentor que es mucho decir.
Ahora bien, eso no significa que el presidente o el gobierno sean perfectos. Están muy lejos de serlo. Es una utopía pretender que en este sistema tengamos un presidente que sea la panacea de todos nuestros males; pero en lo que se le deja ser, es positivo su accionar y en consecuencia es positiva su valoración.
A pesar de lo dicho, este ciudadano no está de acuerdo con una reforma a la Constitución para el sólo hecho de permitir la repostulación de un presidente que sin dudas como ya lo he manifestado, es excelente.
La historia nos ha reportado que los segundos mandatos no son tan buenos como los primeros. La segunda parte no gustan tanto. En lo relativo a la dirección del poder, la segunda parte desgata, y “’endiosa” a los beneficiarios, quienes le cogen el gusto y harán diabluras inconfesables para mantenerse en el poder o beneficiarse de él. Los gobiernos de Lilis, Balaguer o quizás Leonel podrían ser buenos ejemplos.
Danilo Medina nos vendió la esperanza de ser un presidente diferente, de no dejarse robar el corazón por la ambición del poder; pero lo han convencido de que sin él, se hunde el país y que es el último de una especie. ¡Caray… que pena Presidente! De verdad siento tristeza.
Tal vez no sea yo político y me esté olvidando que la misión principal de un político es el ejercicio del poder, siendo así, no cabe mi filosofía barata de lo que debe ser, el fin ha de justificar los medios.
Pero antes de callarme, permítanme hacer este último ejercicio de como veo yo lo que se ha de pagar por la respostulacion.
La inteligencia emocional determina que es más inteligente, quien sabe postergar las gratificaciones, o sea frente a una propuesta como esta: “Quieres el premio hoy, o esperas a mañana y te lo duplico. Además, le doy otro a tus padres y otro a tus hermanos”, los que no saben diferir o postergar las gratificaciones lo toman ahora y lo consumen ahora, pero la más de las posibilidades es que mañana llegue y el premio de hoy será sólo un recuerdo, que le servirá de castigo frente a la realidad.
Aterrizo, no hay dudas que Danilo Medina ganaría las elecciones de 16 -20, pero lo que se está vendiendo, es el principal activo y atractivo con que cuenta el PLD. Con el segundo período vendrá el desgaste natural; el P.L.D. no tendrá repuestos capaces de igualarlo, e irremediablemente perderá el poder en el 2020.
Se debe recordar que existen variables extrañas, no manejadas desde el PLD que otras circunstancias gestan, como es el surgimiento de un líder de oposición capaz de aglutinar en torno a sí la suficiente simpatía para conquistar por sus propios méritos, tácticas y estrategias el poder.
Si Danilo postergara las aspiraciones de los suyos, cualquier candidato del PLD bajo su sombra, ganaría las próximas elecciones. Si lo hace bien, el Partido seguirá en el poder, si lo hace mal, el pueblo volverá al presidente Medina viéndolo como tabla de salvación y los motores del PLD seguirán encendidos.
Si Danilo aprueba la reforma con “’ un no más”, perderá la posibilidad de volver a ser presidente, sin embargo si la posterga tiene la posibilidad de serlo por lo menos dos veces más.
Es mucho lo que se apuesta, es mucho lo que se perderá. ¡Qué pena que los grandes políticos no lo vean!; al parecer el poder obnubila. ¡Ojala y las lágrimas de Reinaldo Pared Pérez no vuelvan a aflorar!
