FF.AA.: «La capacitación en Haití es el mejor entrenamiento al que podemos optar»

En abril, en paralelo al asesinato del sargento Rodrigo Sanhueza, 70 efectivos de la compañía de ingenieros de las Fuerzas Armadas de Chile -encargados de realizar labores de reconstrucción- regresaron al país, luego de dar por cumplida la labor de misión de paz en Haití.

El deceso del militar chileno originó una serie de cuestionamientos sobre la continuidad de las tropas en la isla, arribadas tras el golpe de Estado del año 2004. No obstante, lejos de disminuir contingente (407 chilenos),  el jefe de Estado Mayor Conjunto (EMC), almirante José Miguel Romero,  ya prepara a otros 79 funcionarios de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y efectivos policiales, para fortalecer el “Batallón Chile”, que reúne militares de Chile, Honduras y El Salvador.

Si el martes el Senado visa el martes el oficio de la Presidenta Michelle Bachelet que prorroga por un año la permanencia del país en esa misión de paz, el nuevo escuadrón de seguridad podría embarcar el 18 de junio.

“Va a ver un aumento mínimo de contingente, el que servirá para reforzar la jurisdicción que el país tiene en el norte de Haití. El nuevo mandato insta a mantener la seguridad para preservar condiciones óptimas para el desarrollo de un gobierno democrático en Haití”, dijo el almirante.

Experiencia

Sobre la solicitud del retiro, el jefe del EMC, manifestó que “la capacitación en Haití es el mejor entrenamiento al que podemos optar, porque se trata de ambientes hostiles, donde las tropas se desarrollan de forma conjunta y combinada con otros países, lo que nos permite operar en cualquier escenario del mundo”.

En esa línea, Romero precisó que parte importante del material militar volverá al país, como dos helicópteros Bell 412, de transporte de pasajeros, que están desde el año 2004 en esa misión. Además, se reorganizó la distribución de los recursos de operaciones de paz, lo que ha significado un ahorro de cerca de dos millones de dólares para Chile.

Conflicto político

La nueva resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con respecto a la colaboración en Haití, plantea una estrategia de salida del contingente internacional, que podría ejecutarse en abril de 2016.

Ello, por la debatida agenda democrática incumplida en la isla, que lleva dos elecciones parlamentarias sin ejecutarse, razón que llevó al entonces Presidente de Uruguay, José Mujica, anunció a fines del año pasado el retiro de 605 militares de la isla.

El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Francisco Chahuán (RN), expresó que “queremos que se analice en seis meses el cronograma electoral, para evitar que la permanencia de tropas sirvan de pretexto al gobierno haitiano y vuelvan a postergar las elecciones legislativas, como lo ha hecho dos veces. Hay que fijar un umbral de tiempo para el retiro programado de las tropas”.

Discrepancia sobre el actuar individual de Chile, en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), manifestó el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), quien acotó no tener problemas con el retiro programado, “siempre y cuando sea coordinado con otros países con presencia en Haití. Chile cumple un rol importante a nivel internacional, por lo que las decisiones no son unilaterales. La participación de Chile en misiones de paz, nos legitima para levantar la voz y exigir reglas internacionales claras, en este plano y otros”.

F. La Tercera.




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