Un vendaval de emociones de todo tipo se vivieron ayer en el Estadio Santiago Bernabéu. Nuevamente el Real Madrid vino de atrás para empatar un 1-3 con un jugador menos ante Las Palmas. Incluso estuvo muy cerca de volver a concretar el milagro, pero para fortuna del Barcelona los merengues sumaron únicamente una unidad para dejar al conjunto catalán como líder de LaLiga.
Pero el oleaje del duelo no terminó tras el pitido final. Primero Marcelo habló ante los medios notablemente frustrado por el resultado del encuentro y luego Sergio Ramos. Al capitán le insistieron en que hablara del desempeño del colegiado Fernández Borbalán, sin embargo el sevillano, quien en otras ocasiones se ha expresado de forma contundente ante las fallas arbitrales, se reservó en esta ocasión sus comentarios, aunque sí aprovechó para mandarle un mensajito a Gerard Piqué
