Doctor Oz, el controversial médico que eligió Trump para hablar de su estado de salud

La estrella de la televisión convertida en político eligió al médico convertido en estrella de la televisión para hablar de su salud.

Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de EE UU, escogió el programa del doctor Mehmet Oz, para dar a conocer información sobre su estado físico.

Lo cierto es que el magnate ofreció mínimos detalles sobre su salud -a parte de que sufre de sobrepeso y toma medicación para controlar el colesterol-lo que no ayudó a acallar a sus críticos, que piden que presente un informe médico al menos tan exhaustivo como el de su rival demócrata Hillary Clinton.

Tampoco ayudó que Trump hablara de salud en el programa del Dr. Oz, quientiene un historial propio de polémicas.

Oz es un experimentado cirujano de 56 años graduado de Harvard y con estudios de posgrado en las universidades de Pensilvania y Columbia, con especialidad en operaciones de corazón.

Del entorno médico en el que gozaba de un gran prestigio saltó a la fama en Estados Unidos al ser el comentarista médico de la popular presentadora Oprah Winfrey, quien lo nombró «el doctor de EE UU» en 2004.

Su popular sección se convirtió en 2009 en un programa aparte, «The Dr. Oz Show», que ha ganado tres premios Emmy y goza de millones de seguidores.

Pero el que en su programa Oz dé voz a la ciencia médica y al mismo tiempo ala medicina alternativa, y a veces mezcle ambas, lo ha llevado a ser el protagonista de controversias por las que ha tenido que dar explicaciones fuera de la pequeña pantalla.

La «magia» de un grano

Oz es autor de numerosos libros de autoayuda: «Tú: el paciente inteligente», «Tú: en una dieta», «Tú: mantenerse joven», «Tú: ser hermosa», «Tú: tener un bebé».

En su programa aborda los problemas de salud comunes de los estadounidenses, ofreciendo consejos sobre cómo lograr una buena alimentación, dormir mejor, ejercitarse bien o lidiar con el estrés.

A lo largo de los años ha tenido una amplia gama de invitados, desde la primera dama Michelle Obama, invitada a hablar sobre la lucha gubernamental contra la obesidad, hasta la médium Theresa Caputo, quien explicó cómo contacta a los muertos.

Una de sus controversias más notorias fue en 2012, cuando habló en un episodio sobre unas píldoras para perder peso, hechas a base de granos de café verde.

«Puedes pensar que la magia es imaginaria, pero este pequeño grano tiene a científicos diciendo que encontraron una cura mágica para la pérdida de peso en cada tipo de cuerpo», dijo en el programa.

Los investigadores del estudio en el que se basaba este producto se retractaron y en 2014 hubo una investigación que llegó hasta el Congreso de EE UU, donde Oz fue citado como testigo.

El médico reconoció que algunos de los productos que se ven en su programa «no tienen el consenso científico» sobre su eficacia.

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«Algunas de las marcas de jugo de manzana más conocidas en Estados Unidos tienen arsénico», dijo iniciar un programa, «y hoy estamos dando nombres».

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) ha tenido que desmentir varias de las afirmaciones del programa de Oz, como esa de los jugos.

Otro programa se tituló «¿De homosexual a heterosexual? La controvertida terapia» en la que presentó a un panel de practicantes de «terapias» para «corregir» la homosexualidad.

Los invitados basaban parte de su trabajo en las publicaciones del terapistaRobert L. Spitzer, quien se había retractado de su teoría y había pedido «perdón a quien haya gastado tiempo y dinero».

En su programa también ha habido panelistas que han hablado de los riesgos de la vacunación infantil o de que el ébola se transmite por el aire, esta última una afirmación no comprobada.

«Creo personalmente en los productos de los que hablo en mi programa. Los analizo con pasión», dijo Oz a los congresistas estadounidenses que lo interrogaron en 2014, y apuntó a que conseguir el «consenso científico» es difícil.

«La medicina es una ‘guerra civil’ librada entre los médicos convencionales y los que están abiertos a curas alternativas para enfermedades que van desde la ansiedad al cáncer», dijo en una ocasión al periodista Michael Specter.

«Los médicos no quieren las preguntas de sus pacientes. Es más fácil decirles lo que tienen que hacer que escuchar lo que dicen», aseguró.

Pese a las controversias que le rodean, el Dr. Oz sigue siendo muy popular en EE UU, algo que no se le pasó por alto a Donald Trump, alguien también está acostumbrado a la controversia y la popularidad.

BBC




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