China desafía a sus vecinos con su «gran muralla» de islas artificiales

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Pekín.-Las actividades chinas de construcción de islas artificiales en áreas en disputa en el mar del sur de China han elevado de nuevo la tensión entre Washington y Pekín. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha acusado al gigante asiático de “usar su fuerza y sus músculos para forzar a otros países en posiciones de subordinación”. Por su parte, el Gobierno chino asegura que es EE UU el  que presiona sobre otros. El comentario de Obama, durante una reunión con jóvenes en Jamaica, se produce después de que el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) estadounidense publicará el jueves las fotos más precisas divulgadas hasta ahora sobre la expansión de las islas artificiales chinas en un arrecife de las Spratly que Pekín se disputa con las Filipinas.

La semana pasada, el comandante de la flota del Pacífico de EE UU, el almirante Harry Harris, había calificado las obras chinas como la construcción de una «Gran Muralla de arena”. Según Harris, hasta el momento Pekín ha creado 4 kilómetros cuadrados de terreno nuevo. Las imágenes divulgadas por el CSIS muestran cómo barcos chinos transportan arena hacia el arrecife para crear las islas, y permiten ver la diferencia entre cómo era el arrecife con anterioridad y el aspecto actual. En las nuevas islas se levantan puertos y aeródromos.

En la explicación más extensa que ha proporcionado hasta ahora el Gobierno chino sobre las obras, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Hua Chunying ha asegurado que Pekín necesita construir esas islas para “proteger su soberanía territorial e intereses y derechos marítimos”. Según la portavoz, además de cumplir tareas de defensa militar tendrán también funciones civiles, entre ellas la “investigación científica o la pesca comercial”.

Pekín mantiene diversas disputas territoriales con sus vecinos en el mar de China Oriental y en el mar del Sur de China, donde reclama la soberanía de buena parte de sus aguas. Esa zona, por donde pasa buena parte del comercio mundial, se sospecha rica en recursos naturales.

Los países que se disputan territorio con China, en especial Vietnam y Filipinas, han denunciado como ilegales las actividades de Pekín en las zonas afectadas. Según ha apuntado Obama, “creemos que (la disputa) se puede resolver por la vía diplomática, pero solo porque Filipinas o Vietnam no son tan grandes como China no quiere decir que se les pueda echar a empujones”.

Pekín, por su parte, insiste en que cuenta con la soberanía “indisputable” de las Spratly y sus actividades de construcción “no tienen impacto o se dirigen contra otro país, y por tanto son irreprochables”. Hua también ha prometido que los ecosistemas de la zona no se verán perjudicados, pues antes de acometer las obras China ha llevado a cabo “evaluaciones científicas y pruebas rigurosas”.

Las recriminaciones entre Washington y Pekín se producen cuando el secretario de Defensa de EE UU, Ashton Carter, se encuentra en una gira por la zona. El próximo 20 está previsto el comienzo de maniobras militares conjuntas entre EE UU y Filipinas en aguas cercanas a las Spratly. Según ha anunciado Manila, en ellas participarán más de 11.500 efectivos, lo que las convierte en los mayores ejercicios conjuntos desde que ambos países los retomaron en el año 2000.




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