Una sospechosa de asesinato culpa a sus perros de la muerte de su marido

Un caso escabroso ha dejado casi sin habla a los habitantes de la isla de Mallorca. Hablamos del asesinato de un hombre de 66 años, Horst Hans H., a manos, supuestamente, de su mujer, de 45 años.

Lo más curioso es que esta última, que responde al nombre de Svetlana y que es de nacionalidad rusa, asegura que fueron sus perros, y no ella, los que acabaron con la vida de su marido.

Todo ocurrió la tarde del viernes en el número 11 de la avenida Bella Vista de Cala Millor, según relata el Diario de Mallorca . Al parecer tuvo lugar un violento altercado en el Bajo C, donde residía el matrimonio.

Cuando se personó allí la Policía Local de Sant Llorenç de Cardassar, se encontraron con Svetlana, que estaba muy nerviosa y que, además, tenía todo el chándal que vestía ensangrentado. Dentro del inmueble, hallaron a Horst sin vida y, lo más espeluznante, con los brazos descarnados.

Las asistencias sanitarias que acudieron al lugar nada pudieron hacer para salvarle la vida. Las primeras pesquisas apuntaban a que el marido de Svetlana, de nacionalidad alemana, llevaba muerto unas diez horas. La Policía arrestó a la mujer en ese momento como presunta autora de los hechos.

La posterior autopsia determinaría que el pensionista alemán había muerto debido a la pérdida de sangre que le causaron las tremendas heridas que presentaba en sus brazos.

Tenía dichas extremidades casi seccionadas, sin apenas carne. Incluso los huesos eran visibles. Sin embargo, Svetlana acusó a sus perros, durante su comparecencia judicial, de haber matado a su marido tras haberle mordisqueado.

La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor, no obstante, no creyó su versión y decretó ayer lunes su ingreso en prisión sin fianza por un presunto delito de asesinato.

Drogado o anestesiado

Las primeras hipótesis de la Guardia Civil apuntan a que Svetlana podría haber suministrado a su marido alguna droga para hacerle perder la consciencia. Posteriormente, habría arrancado con un cuchillo la carne de los brazos de Horst y se los habría dado a los perros para que que se la comieran. Las heridas que presentaba la víctima eran compatibles con el uso de un arma blanca.

La pareja llevaba unos dos años junta. Se habían casado el pasado mes de enero. Aunque los episodios de malos tratos de ella hacia él y las discusiones entre la pareja eran muy frecuentes, no constaba ninguna denuncia por este motivo. La abogada de oficio que asistió ayer a Svetlana solicitó que la encausada sea sometida a una exploración psiquiátrica.




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