El 14 de enero de 1996, España ganaba en Córdoba su primer título. Era un Europeo que aún no era considerado absolutamente oficial, pero que hoy la propia UEFA incluye en el palmarés del torneo. Vicentín fue el protagonista de aquel partido, con cuatro de los cinco goles de España, mientras que enfrente la estrella era Eremenko, que marcó dos goles.
Un duelo que ya había tenido su primer capítulo cuatro años antes, en el Mundial de Hong Kong, en un partido que acabó en tablas (7-7), con tres goles del español y seis del ruso. Una rivalidad que ha perdurado en el tiempo.
Con la de mañana, España y Rusia habrán disputado cinco de las 10 finales de los campeonatos de Europa. De las anteriores, La Roja se llevó la victoria en tres. La única que no ganó supone una de las derrotas más dolorosas del fútbol sala español, aunque en la estadística se contabilice como un empate.
En 1999, el Europeo se disputaba en Granada y la final España-Rusia se repitó. De nuevo Eremenko fue protagonista, con el gol que supuso el 2-3. En la tanda de penaltis, los fallos de Joan y Riquer acabaron siendo decisivos.
Dos años después, España se tomaría la revancha en Moscú, pero en las semfinales, ya que españoles y rusos no se volvieron a ver las caras en la lucha por el título hasta 2005, en Ostrava.
Entonces, un gol de Andreu en la primera parte y otro de Cogorro, en el arranque de la segunda, dio el triunfo a España pese a que Dushkevich acortó distancias. En esa final ya estuvo en el banquillo Paco Sedano, que mañana será titular, mientras que en los rusos ya jugaba Shayakhmetov.
La última final fue en 2012, en Zagreb. Un tanto de Sergio Lozano a apenas 30 segundos del final forzó la prórroga, en la que la selección de José Venancio se acabó llevando la victoria, con otro gol del propio Lozano y el último de Borja, ya sobre la bocina.
En total, España y Rusia se han enfrentado en 20 ocasiones, con 16 triunfos españoles, tres empates -dos de ellos decididos por penaltis, uno para cada bando- y una sola victoria rusa antes de la tanda final. Esa fue en las semifinales del último Europeo, en Amberes, cuando Robinho, a un minuto del final de la prórroga hizo el 4-3 definitivo. Mañana, el brasileño tratará de repetir la gesta.
