En su blog, Tim Cole compara el modelo político de su país, una monarquía constitucional, con el de Cuba, un Estado socialista con un partido único, y con los medios de prensa en su poder.
Una sociedad civil libre y capaz de demandar explicaciones de su gobierno es «el oxígeno de la democracia», escribió en su blog el embajador británico en La Habana, Tim Cole, a propósito de la celebración, el 15 de septiembre, del Día Internacional de la Democracia.
En su publicación, Cole compara el modelo político de Gran Bretaña con el de Cuba. El primero es una monarquía constitucional, donde el monarca es el Jefe de Estado con poderes restringidos por la constitución, y el Primer Ministro es el candidato del partido que alcance más votos en las elecciones.
Cuba, por su parte, es un Estado socialista, donde el Presidente del Consejo de Estado es el Jefe del Gobierno y el Partido Comunista es el único partido político, continúa explicando el embajador.
Otra diferencia notable que menciona es el derecho a la propiedad sobre los medios de prensa. En Gran Bretaña los órganos de prensa pueden ser propiedad de compañías privadas, organizaciones o individuos. En Cuba, los medios de difusión masiva como los periódicos, la radio, la televisión y el cine están en manos del Estado.
Cole agrega que en su país «existe un floreciente sector no gubernamental formado por decenas de miles de pequeñas y grandes organizaciones que ofrecen servicios, organizan eventos, cuestionan al Gobierno y mucho más».
Para probar su punto, el embajador británico cita a su colega Rob Fenn, jefe del Departamento de Democracia y Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, sobre los elementos que componen una sociedad civil fuerte: la voluntad pública, la democracia, la libertad de expresión, entre otros.
El diplomático también recuerda las palabras en la página digital de Naciones Unidas: «El sello distintivo de las democracias exitosas y estables es la presencia de una sociedad civil fuerte y que opera libremente, en la que el Gobierno y la sociedad civil trabajen de conjunto por objetivos comunes para un futuro mejor, y al mismo tiempo la sociedad civil pida cuentas al Gobierno«.
En publicaciones anteriores en su blog, el presidente de la legación británica en La Habana se preguntaba quién leía sus tuits en un paíssin libertad de expresión y con una de las más bajas tasas de conectividad del hemisferio occidental.
