Una de las noticias más comentadas de la recta final del mes pasado fue el caso del joven transexual de 21 años de edad a quién el obispado de Cádiz no dio la oportunidad de ser el padrino de su sobrino por «no llevar una vida congruente con el fe en Dios» Con expresiones como esta se deja clara la transfobia que existe aún en estas instituciones y lo complicado que resulta establecer un sistema de igualdad para todos.
Álex es un chico católico practicante que como cualquier otro quiso ser el padrino de su sobrino. Sin embargo, todo se puso en su contra. Ahora, Salinas busca poner una denuncia ante la discriminación que ha sufrido y para ello se está sirviendo del apoyo de varias asociaciones LGTB que se han volcado con esta causa.
Carla Antonelli, diputada socialista en la Asamblea de Madrid, ha sido una de las voces más enérgicas en su defensa y confirma que es «absolutamente falso que exista una norma divina que obligue a discriminar» Igualmente, no ha sido la única puesto que FELGTB, ATA o StopLGTBfobia también están dando el máximo apoyo al joven gaditano.
